Siempre se ha sostenido que el Giro de Italia es, de las tres grandes, la carrera más difícil, la más impredecible, en la que nadie puede cantar victoria hasta el último día, una prueba en la que hoy ganas y mañana pierdes y te despides de toda opción.
Y la etapa de ayer entre Piazzola sul Brenta y San Valentino (Brentonico), de 209 km, con cuatro pasos montañosos de por medio, el último de ellos en la meta coronada por el ganador, Christian Scaroni (Astana), confirmó ese axioma, dejando ‘patas arriba’ la general, fracción en la que Egan Bernal (Ineos) tuvo cuatro momentos claves: se cayó, perdió en la penúltima subida, remontó y en el final sacó segundos importantes para subir dos posiciones en la clasificación y aspirar a más.
Egan Bernal Foto:EFE
Fue una demostración de ciclismo puro, de ese que se ve en las carreras de barrio, de juveniles, en las que los ataques y las circunstancias de competencia dejan claras las cosas y sí que las dejó.
Un inmenso Ríchard Carapaz (EF) confirma lo que se había dicho, que estaba en su mejor forma, que era uno de los ciclistas que mejor estaban ubicados y que la montaña de la semana final y su experiencia lo llevarían más arriba, a pelear por la general y ahora está cerca de su segundo título de la prueba.
Un UAE Emirates que paga por sus malas decisiones, cuando tenía a Isaac Del Toro como líder y a Juan Ayuso como segundo, pero plantearon mal la prueba; al término de la primera semana creyeron que tenían el título ganado y se dieron el lujo de atacar cuando el mexicano iba arriba y el español ponía fuerte paso en el segundo lote, no contaron con que la rodilla de Ayuso estropeara los planes.
Egan Bernal Foto:EFE
Era un gran interrogante lo que iba a hacer Del Toro en la semana final, pues no tenía antecedentes de cómo afrontar una carrera similar con el peso del liderato de por medio y dio muestras de cansancio, de no tener con qué defender esa camiseta rosada, hasta tal punto que todos le descontaron tiempo.
El UAE hizo agua ayer, solo Adam Yates trató de salvar a su líder, pero él no respondió en ese mano a mano, en el cara a cara de la montaña en donde el equipo no vale nada, aunque hay que decir que minimizó pérdidas, la sacó barata, pero ahora sus rivales lo ‘tienen a tiro’ y no se ve bien para el remate de una competencia en la que todo los días pasa algo.
Rendirse jamás
Bernal, a 90 km de la meta, se fue al suelo, le pasaron una nueva bicicleta, pero se subió a la misma en la que andaba. Conectó con el grupo, pero ese golpe hizo mella. Se quedó del grupo principal en el penúltimo ascenso del día, perdía 40 segundos, pero emergió de la nada, recuperó su mal momento, pasó la crisis y volvió al lote en una capacidad de sufrimiento y superación, la misma que demostró cuando volvió a la competencia tras su accidente del 24 de enero del 2022.
Egan Bernal Foto:AFP
Luego, volvió a sufrir. El zarpazo de Simon Yates lo dejó ‘del gancho’, atrás, buscando un golpe de pedal que no lo hiciera perder tiempo, pero con más ganas que ciclismo volvió.
Luego, el turno, a 6 km de la meta de atacar le tocó a Carapaz. El ecuatoriano lo hizo como debe ser: sin dudas, de frente, decidido, logrando sacar ventaja y dejando atrás a sus rivales como Bernal.
Egan cogió su paso, no se desesperó, sabiendo lo que tenía, conociendo las fuerzas que le acompañaban, les llegó a Del Toro, a Damiano Caruso y a Antonio Tiberi y de un momento a otro se vio más arriba que ellos, librando un día que pintaba caótico para el corredor del Ineos, pues se vio en desventaja y tuvo su mal momento, esos que cobra el Giro, pero del que salió ‘ileso’.
Egan Bernal Foto:EFE
El Giro es el Giro. La carrera que no perdona y que sentencia al corredor que no está bien o que no se recupera de las circunstancias, o que lo digan Ayuso y Primoz Roglic, los dos corredores que llegaron como máximos favoritos y que hoy se han despedido de la pelea, el primero por perder mucho tiempo y el segundo por retirarse de la prueba.
Lo que queda es carrera, terreno para hacer daño, para que el trazado del Giro siga ‘cobrando víctimas’, para seguir definiendo una general que está más apretada que antes de la temible jornada de ayer.
Bernal tiene a 43 segundos al quinto, Caruso, y a 1 minuto y 52 segundos a Derek Gee, el cuarto, quien se ve bien.
El podio para él se ve muy lejos, casi que imposible, pues cede 2 min 57 s con Carapaz, y ni pensar en el segundo puesto de Yates y el primero de Del Toro, pero en el Giro todo puede pasar.
Egan Bernal Foto:EFE
Carapaz sale como el más beneficiado y mirando lo que resta es el más firme candidato para ganar la competencia en Roma el próximo domingo.
Lo importante para Egan es pelear por entrar al top cinco, eso sí, contando en que su día malo haya sido ayer y esos problemas no los vuelva a ver.
Liandro Abel Rengifo
Periodista de EL TIEMPO
@lisandroabel
