Según análisis de Sacs Group, basados en estimaciones de organismos como la ONU y la OIT, hasta el 70% de las pérdidas económicas asociadas a desastres naturales podrían evitarse mediante mecanismos de prevención más robustos, conocimiento del riesgo, planificación adecuada y estrategias de respuesta actualizados.
En Colombia, solo en el primer trimestre de 2024, se registraron más de 380 eventos naturales que impactaron operaciones industriales en al menos 19 departamentos del país.
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La frecuencia e intensidad creciente de los eventos naturales por efectos del cambio climático, plantean una pregunta crítica para el sector productivo del país: ¿Cuál es la capacidad real de las empresas para anticiparse y responder ante estas amenazas?
Para Carolina López Pérez, gerente técnica para Latinoamérica de Sacs Group, la principal debilidad no está en la ocurrencia de los fenómenos, sino en la respuesta institucional y organizacional. “Muchas compañías, incluso en sectores con alta exposición como hidrocarburos, químico o minero, operan sin protocolos sólidos de respuesta a emergencias, conocimiento del riesgo, entrenamiento y estructura organizacional foco atención de eventos de potencial riesgo. Esta ausencia de prevención no solo compromete la seguridad de sus trabajadores, sino también la continuidad de sus operaciones”, señaló.
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Incendios, inundaciones y sequías. Algunos de las situaciones que se seguirán viviendo en el 2025
Fuente: IStock
Desde hace más de dos décadas, esta firma trabaja en el fortalecimiento de capacidades técnicas en escenarios de alto riesgo. Bajo un modelo de gestión de riesgos integral estructurado en tres fases, planeación estratégica, preparación técnica y respuesta operativa, la organización ha diseñado más de 120 planes de emergencia, realizado más de 100 análisis de vulnerabilidad, capacitado a más de 30 mil trabajadores y liderado ejercicios de simulación en industrias con operaciones críticas. Todas sus intervenciones se realizan bajo estándares internacionales y en alianza con instituciones como TEEX – Texas A&M University.
En 2024, desplegó un equipo especializado compuesto por 255 técnicos, respondedores en 13 departamentos y 25 municipios del país, interviniendo en situaciones de origen natural, tecnológico e industrial. Estas capacidades otorgan experiencia en el manejo de incidentes que requieren control de incendios, fugas de sustancias peligrosas, explosiones, evacuaciones organizadas, atención prehospitalaria y contención de sustancias químicas, con énfasis en sectores críticos como Oil&Gas, energía, manufactura, minería y logística.
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Incendios forestales
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El inicio de la temporada seca en varias regiones del país ha vuelto a posicionar los incendios industriales como una amenaza silenciosa. La combinación de altas temperaturas, acumulación de materiales inflamables y fallas operativas ha incrementado el riesgo en plantas de almacenamiento y producción.
“Aunque no existe un registro público consolidado sobre estos incidentes, expertos coinciden en que su frecuencia va en aumento y que el enfoque preventivo debe ser prioridad”, sostiene la compañía.
“No se trata solo de tener extinguidores o alarmas. Se trata de construir una cultura de prevención operativa, donde cada actor del sistema sepa actuar con precisión en cuestión de segundos. La seguridad debe entenderse como un sistema vivo, no como un protocolo estático”, concluyó Carolina López Pérez.