La reforma laboral fue radicada este lunes 26 de mayo en la Comisión IV del Senado de la República, siendo este el primer paso de la contrarreloj que enfrentará antes del fin de la actual legislatura.
Cabe aclarar que se trata del proyecto que se había hundido meses atrás en la Comisión VII de la misma corporación legislativa y que fue revivida en la sesión plenaria del Senado del miércoles 14 de mayo, misma en la que se hundió la consulta popular propuesta por el Gobierno Nacional.
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No obstante, el Pacto Histórico afirmó la semana pasada que se desmarcaría de esta propuesta, asegurando que dicha iniciativa tiene cambios muy sustanciales que desfiguran el texto inicial del Gobierno, considerando esto como un retroceso en temas de protección laboral.
Como fruto de esta posición, el Pacto dijo que radicaría una ponencia alternativa, ya presentada por la senadora Aida Avella, la cual recoge las 12 preguntas sobre temas laborales de la consulta popular, así como el articulado aprobado por la Cámara de Representantes, más no el archivado en la Comisión VII.
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En la ponencia del proyecto revivido se menciona que la iniciativa mantiene 73 artículos del documento que llegó de la Cámara, así como 10 de las 12 preguntas de la consulta. Entre los cambio se destaca la eliminación del apartado que buscaba regular las relaciones de derecho individual y colectivo del trabajo particular para los empleados públicos.
De igual manera, un nuevo cambio que trae la reforma es la extensión del contrato a término fijo hasta un máximo de cinco años, así como la adición de un parágrafo con el que se busca que aquellos empleados que, a la fecha de entrada en vigor de la reforma, hayan trabajado por más de cinco años en contrato a término fijo, pasen automáticamente a tener un contrato a término indefinido.
Entre los demás cambios, también se destaca la posibilidad de acordar con el empleador trabajo de cuatro días a la semana para descansar tres, trabajando más horas esos días laborales.
Así mismo, se propone que los aprendices del Sena van a recibir más remuneración en la etapa lectiva, en la etapa práctica, y con cobertura de seguridad social. A la vez, se mantiene la naturaleza del contrato de aprendizaje, pero se aumenta la monetización para el trabajador.
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