Hace casi una década, cuando Pedro Sánchez fue desterrado del PSOE, cogió su coche y se fue. Pero a buscar apoyos: amigos, militantes y votantes. “A partir del lunes cojo mi coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar a aquellos que no han sido escuchados, los militantes y los votantes de izquierdas de nuestro país”, anunció a finales de octubre de 2016 tras presentar su dimisión como secretario general del partido al entregar su acta de diputado en el Congreso. Dicho y hecho.
Sánchez cogió su Peugeot 407 del 2005 y aunque, como recuerda la revisita Vanity Fair, no se ajustó a la literalidad de su frase —ni salió el lunes ni apenas usó su coche- el vehículo y el viaje quedaron como un símbolo de la caída y el resurgimiento del que es ahora presidente del Gobierno. Pero desde hace meses tanto su líder como el Ejecutivo y miembros del partido, se encuentran envueltos en continuos terremotos políticos. Al eterno caso Koldo con el exministro de Transportes José Luis Ábalos implicado, los recientes audios de Leire Diez o el caso Begoña, hay que sumar que este jueves la UCO ha revelado que Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE y número tres de Sánchez, ordenó a Koldo amañar las elecciones primarias del PSOE que ganó Sánchez en 2014, además de ser señalado como “la persona encargada de gestionar” más de medio millón de euros en presuntos pagos ilícitos a Koldo y Ábalos.
Hoy, aquella imagen resulta irónica. Los apoyos que acompañaron a Sánchez en su ruta por España fueron, precisamente, el asesor del exministro Ábalos, Koldo García, el propio ministro de Transportes y el secretario de organización del partido, Santos Cerdán. Los tres están en el punto de mira político y social, con una tensión que parece a punto de explotar. De hecho, como aseguró El Mundo, García, el asesor de Ábalos, le hizo de chófer durante su visita al norte de España. La ya desaparecida Adriana Lastra, que en 2022 dimitió como vicesecretaria general del PSOE, también fue otro de los apoyos de Sánchez, e incluso, en febrero de 2017, se hizo una fotografía con el vehículo.
El PP ataca de nuevo
Ya en febrero del año pasado, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Miguel Tellado, dijo: “España está en manos de la banda del Peugeot. Sánchez lo relata en su libro. Koldo al volante, Ábalos de copiloto y atrás Cerdán y Sánchez”. Estos días, en su batalla particular en las redes contra el PSOE, el Partido Popular ha vuelto a tirar de Inteligencia Artificial para cargar contra el Gobierno por los audios que vinculan al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, con un supuesto cobro de comisiones a cambio de concesiones de obras públicas. Los populares ya hicieron acopio del exitoso programa de Telecinco La Isla de las Tentaciones para exponer y denunciar el ‘caso Koldo’, mostrando como concursantes al exministro de Transporte, José Luis Ábalos, el empresario Víctor de Aldama, o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre otros.
El vídeo, más allá de su propósito, por poco hace estallar un conflicto diplomático con República Dominicana. El PP, esperando estar más acertados en esta ocasión, han recuperado al humilde Peugeot 407, con el que Pedro Sánchez recorrió España para retomar el liderazgo del partido, nada más entregar su acta de diputado en el Congreso y de ser defenestrado como secretario general socialista en el año 2016.
Sánchez mantuvo la propiedad del coche hasta su llegada a la presidencia del Gobierno en 2018, momento en el que dejó de incluirlo en su declaración de bienes. Ahora, con la dimisión de Cerdán, conocida horas después de que los medios de comunicación notificasen el informe de la UCO, culmina la dispersión del grupo de dirigentes que acompañó al líder socialista en una de sus primeras batallas.