Una nueva historia de amor está por iniciar transmisiones en la pantalla con “Regalo de amor” en donde en medio de la confusión provocada por un trágico accidente vial, que cobra la vida de un personaje clave, emergen secretos que transforman la existencia de Isabella (Alejandra Robles Gil) y Eugenio (Chris Pascal).
Luego del gran final de “Me atrevo a amarte”, en su lugar llegará esta nueva producción de Silvia Cano que buscará conquistar a la audiencia en el horario de las 18:30 horas por Las Estrellas.
¿De qué se trata Regalo de amor?
El planteamiento principal de esta historia inicia con dicho accidente en donde la pequeña Valentina (Almudena López) saldrá ilesa pero que al poco rato estarán expuestos engaños y heridas familiares profundas, marcando el arranque de una serie de eventos que redifinirán sus vidas.
Ambientada en Aguascalientes bajo el brillo de fuegos artificiales, la historia muestra cómo Isabella queda desamparada desde temprana edad, pero halla refugio y apoyo en su amiga y socia Miranda (Natalia Madera), así como en Emma (Arcelia Ramírez), madre de Miranda.
Aunque su matrimonio con Mauricio parece estable, la imposibilidad de tener hijos es una herida presente. Paralelamente, Eugenio convive con una madre controladora, Fausta (Claudia Ramírez), y un padre en coma, mientras continúa la búsqueda desesperada de Fedra (Valentina Buzzurro), su hermana desaparecida.
Al morir Mauricio, Isabella se enfrenta con la realidad de las deudas que su esposo le ocultaba. La gravedad de la situación la empuja a buscar en Eugenio el auxilio necesario para conocer a qué prestaciones accede como viuda, informó la producción a INFOBAE MÉXICO.
El acercamiento entre ambos no pasa desapercibido para Fausta, quien, a sugerencia de su hijo, decide incorporar a Isabella como organizadora de eventos en la empresa «FM y Asociados», proporcionándole una estabilidad económica fundamental.
El vínculo entre Isabella y Eugenio crece y ambos se enamoran, pero la revelación de que Valentina es hija biológica de Fedra y Mauricio, y por ende sobrina de Eugenio, introduce una nueva tensión.
Eugenio opta primero por el silencio, intentando proteger a Isabella del golpe que significaría conocer la infidelidad de su marido y que la niña, registrada a nombre de Isabella, es en realidad fruto de otra relación. Cuando la verdad sale finalmente a la luz, la confianza entre ambos se fractura y la pareja se separa.
No obstante, Isabella termina reconociendo que la perfección no existe y que el amor que comparte con Eugenio es lo más importante en su vida. Deciden unirse de nuevo y enfrentar juntos tanto los desafíos familiares como las batallas legales por la custodia de Valentina, que queda momentáneamente bajo la tutela de Fausta tras una manipulación judicial sostenida por sobornos.
El entorno cercano de Isabella, en particular Miranda y Pablo, les ofrece el respaldo emocional necesario para continuar luchando. La pareja, ahora casada, afronta también dificultades empresariales, especialmente la oposición de Úrsula y la venganza de Bárbara, quien responsabiliza a Fausta del suicidio de su padre y la ruina económica de su familia.
Pese a todos los obstáculos impuestos tanto por el pasado como por las circunstancias presentes, Isabella y Eugenio sostienen su relación mediante la comunicación y el apoyo mutuo, superando los conflictos familiares, traiciones y presiones externas. Su historia queda enmarcada por la resiliencia y la reconstrucción personal tras la pérdida, así como la redefinición del concepto de familia y amor verdadero bajo el cielo de Aguascalientes.
