Banda sembraba terror en el megapuerto de Chancay: así operaban ‘Los Injertos del Norte Chico’

Banda sembraba terror en el megapuerto de Chancay así operaban ‘Los Injertos del Norte Chico’ - Andina


La paz en los alrededores del megapuerto de Chancay se quebró con la irrupción de una banda que combinó extorsión, violencia explícita y una estrategia de intimidación que utilizó hasta redes sociales para asustar a comerciantes y transportistas. ‘Los Injertos del Norte Chico’, liderados por Jorge Antonio Silva Poma, alias ‘El Capo’, consolidaron su reputación mediante vídeos amenazantes, exhibición de armas y el uso de un nombre tomado de una red criminal aún más temida: la de ‘El Monstruo’. Si bien este último no formaba parte de la banda, su figura y el uso de su “marca” sirvieron para aumentar el miedo en la zona.

Videos, tatuajes y amenazas: el método del terror

El grupo orientó su accionar hacia mototaxistas, colectiveros y pequeños negocios instalados cerca del puerto. Sus integrantes, cubiertos con numerosos tatuajes y frecuentemente armados, grababan videos en los que exaltaban la vida criminal y mostraban su poder de fuego. Estas grabaciones no solo se difundían en redes sociales sino que también se enviaban en privado a quienes eran elegidos como víctimas, funcionando como elemento de presión para someterlas al pago de cupos extorsivos.

La investigación policial determinó que el nombre ‘Los Injertos del Norte Chico’ fue adoptado para generar mayor impacto psicológico entre los residentes. Aludiendo a la red criminal asociada a Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, buscaban que su simple mención alejase competidores e hiciera más difícil que los negocios o trabajadores del transporte rechazaran las exigencias económicas impuestas por la organización.

El coronel Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de Investigación de Robos de la Policía Nacional, explicó que ‘El Capo’ centralizaba la coordinación de los cobros y seleccionaba a las víctimas, apoyado por aprendices que replicaban el esquema delictivo bajo su supervisión.

Delitos, música y violencia armada

Cinco integrantes de la banda fueron detenidos tras un operativo de inteligencia que permitió desbaratar parte de la estructura. Todos presentaban antecedentes por robo agravado y lesiones. Entre los capturados sobresale la figura de Alexander Müller Javier Carrasco Rubio, alias Müller o Alaraco, un joven de 21 años con seis investigaciones fiscales por homicidio calificado y organización criminal. Además de su participación en actividades delictivas, Müller alternaba su tiempo grabando temas musicales en los que glorificaba la vida criminal.

La detención de estos sujetos reveló conexiones con hechos violentos recientes en la región, particularmente el ataque contra la empresaria Cinthya Mercedes Loli Julca, conocida como ‘La Reina del Pollo’. A inicios de junio, su local avícola en Huaura fue blanco de un atentado a tiros que dejó dos muertos y dos heridos. Sicarios armados, vestidos con chalecos y gorros policiales, irrumpieron en el establecimiento y abrieron fuego, en un episodio que fue captado por cámaras de seguridad y demostró el alto nivel de organización delictiva en la zona.

Atentado dejó dos muertos y varios heridos en el negocio de la 'Reina del Pollo'.  Foto: Composición Infobae Perú

En ese ataque, los perpetradores dispararon contra los agentes de seguridad y luego buscaron directamente a la empresaria, quien recibió un impacto en la espalda pero logró sobrevivir. Los sicarios huyeron tras abandonar las motocicletas utilizadas, lo que dificultó su identificación inmediata por parte de la policía.

Investigación y respuesta policial

El trabajo de la Policía Nacional, liderado por la División de Investigación de Robos, permitió identificar a los principales miembros de la banda y secuestrar armas, municiones y dispositivos electrónicos que respaldan la modalidad de extorsión empleada. Las víctimas formalizaron denuncias que facilitaron las pesquisas y posibilitaron la intervención de los agentes.

Las autoridades aún buscan a algunos integrantes no capturados, mientras la investigación sigue abierta. El caso de los Injertos del Norte Chico y la apropiación de la imagen de ‘El Monstruo’ muestra los nuevos métodos de las bandas criminales para infundir temor y controlar negocios en zonas críticas, como el megapuerto de Chancay.



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