En medio del escándalo por la corrupción al interior de la Ungrd, el Gobierno colombiano cuestionó la confirmación de que Nicaragua ofreció asilo político a Carlos Ramón González, exdirector del Dapre, que podría ser clave en el caso.
Sin embargo, contradiciendo la postura sobre permitir que la justicia avance, el 16 de septiembre, el presidente Gustavo Petro sorprendió a la opinión pública al revelar que el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas recibió la nacionalidad colombiana.
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“El ciudadano Jorge Glas (sic) obtiene su nacionalidad colombiana, espero del gobierno de Ecuador su entrega al gobierno colombiano. Le agradezco al gobierno de ecuador este paso para la paz de las naciones Latinoamericanas”, escribió Gustavo Petro en su cuenta de X.
Hasta el momento, este fue el único pronunciamiento al respecto en Colombia, mientras que Ecuador reveló que no han recibido “ningún documento oficial relacionado con el otorgamiento de la nacionalidad colombiana en favor del ciudadano Jorge Glas”.
De la misma forma, desde la presidencia del vecino país han aclarado que sin importar lo expuesto por Gustavo Petro, las sentencias en contra del exvicepresidente Glas “continúan vigentes”.
Esta situación ha hecho que se recuerde que en Colombia está radicado el expresidente panameño Ricardo Martinelli, que aunque afronta procesos legales en su nación, recibió protección por parte de Colombia.
¿Quién es y por qué fue condenado en Ecuador Jorge Glas?
Jorge Glas es un ingeniero en electricidad que tomó importancia en su nación cuando ingresó al movimiento Alianza País, liderado por Rafael Correa; primero ocupó cargos estratégicos y luego asumió la Vicepresidencia de Ecuador en 2013 durante la reelección de Correa, cargo que mantuvo durante la presidencia de Lenín Moreno en 2017.
En esos años, Glas supervisó sectores clave, como telecomunicaciones, infraestructura eléctrica y proyectos estratégicos, convirtiéndose en uno de los funcionarios de mayor confianza para la gestión correísta.
En ese sentido, Rafael Correa resaltó su perfil técnico y la capacidad de articulación política como pilares que favorecieron su imagen en las encuestas; sin embargo, al unísono enfrentó numerosos cuestionamientos sobre la transparencia de contratos públicos.
La situación de Jorge Glas cambió radicalmente cuando la justicia ecuatoriana expuso su vínculo con la trama de sobornos de la constructora Odebrecht. En 2017, la Corte Nacional de Justicia condenó a Glas a seis años de prisión por asociación ilícita, señalando que recibió pagos ilegales relacionados con adjudicaciones de obras estatales.
Tras la investigación, el tribunal concluyó que existía un esquema de corrupción en el que funcionarios aceptaron pagos irregulares por decisiones administrativas, siendo Glas una de las piezas más importantes.
El alcance judicial sobre Glas se amplió en 2020, cuando fue sentenciado nuevamente a ocho años de cárcel, esta vez por el caso denominado “Sobornos 2012-2016”. En este expediente, el tribunal identificó un entramado de aportes económicos ilegales por parte de empresas a cambio de contratos, cuyas sumas también eran destinadas al financiamiento político de Alianza País.
En esta condena se consolidó la responsabilidad penal de Glas y otros actores cercanos al expresidente Correa; sin embargo, a pesar de las sentencias, Jorge Glas sostiene su inocencia y ha denunciado una presunta motivación política detrás de los procesos. Sus defensores argumentan falta de pruebas directas y señalan irregularidades en el accionar judicial.
Es por ello que ha sorprendido que, mientras el caso sigue generando repercusiones tanto en el debate político nacional como en el accionar de la justicia ecuatoriana, y Glas permanece ligada a uno de los episodios de corrupción de mayor impacto en la región, el Estado colombiano le haya otorgado la nacionalidad y se pueda consolidar un asilo político en la nación cafetera.