Por estos días, el país no pasa por su mejor momento económico y cada vez son más las dudas que hay respecto al futuro de la estabilidad fiscal y los llamados a que se tomen medidas urgentes para evitar que la crisis de caja se traduzca en una baja de las calificaciones de riesgo, que complique la situación fiscal de la Nación.
Este fue el caso de la Universidad Nacional, cuyos expertos analizaron la semana pasada cómo está la situación fiscal del país y concluyeron que pone en evidencia tensiones políticas y económicas, el alto gasto en seguridad frente al narcotráfico, la informalidad laboral y la reducción de recursos para los gobiernos locales.
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César Giraldo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNAL, fue uno de los académicos que participó de esta conversación y dijo que la raíz de todos los males económicos no estaría en lo fiscal, sino en el manejo política que se le está dando al país, destacando en este sentido que hay unos desequilibrios profundos sobre los cuales se debe trabajar con la mayor celeridad posible.
“El problema fiscal de Colombia es político y no económico. Las finanzas públicas son la expresión monetaria de los acuerdos políticos de la sociedad”, explicó Giraldo durante el panel “Alternativas desde la economía heterodoxa a la situación fiscal del país”, realizado en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas con la participación de expertos de la UNAL.
Frente a los cuatro puntos que desde su perspectiva están mal, el docente de la Universidad Nacional comenzó destacando el alto costo de la guerra contra el narcotráfico, a la que el Estado colombiano destina el 85% de los servicios personales del presupuesto público a defensa, policía, fiscalía y rama judicial, sin recibir un apoyo correspondiente de la comunidad internacional.
Por otra parte, manifestó que la informalidad económica también está incidiendo, dado que dos terceras partes de la población económicamente activa operan en este sector popular y por tanto no hacen parte del trabajo de los sistemas tributario y de seguridad social; generando inequidades en la sociedad y presiones para el Gobierno.
“No se le puede pedir a un vendedor ambulante que pague impuestos porque con eso se le paga a la policía para que le prohíba vender en la calle. Es absurdo, hay un problema de legitimidad del Estado”, acotó.
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Luego de esto, en el tercer lugar de la lista de lo que está mal y se debe trabajar con celeridad, se mencionó el sistema de transferencias a los gobiernos locales, advirtiendo que mientras originalmente la Constitución de 1991 establecía transferencias del 46% de los ingresos corrientes de la Nación a departamentos y municipios, hoy ese porcentaje ha descendido al 21%.
Modelos desligados
En la conversación que convocó a los expertos de la universidad pública más importante del país, también estuvo, Laura Moisa, profesora y vicerrectora de la UNAL Sede Medellín, quien destacó que los modelos económicos actuales, en especial en el Banco de la República, se basan en estadísticas que no capturan la complejidad de la realidad económica.
“Necesitamos trascender esos modelos lineales actuales en que se basa la economía actual. Todo el modelo macroeconómico de regla fiscal, el modelo macroeconómico que trabaja el Banco de la República para el control monetario, y todo el modelo macroeconómico que nos están imponiendo hoy se basan en modelos lineales muy sencillos”, afirmó.
Dicho esto, la docente Laura Moisa sugirió que en el país se abogue por recuperar el pensamiento económico latinoamericano, con una visión más integral que considere las relaciones de poder y no solo los indicadores numéricos, teniendo en cuenta factores como las habilidades y potencial de las regiones.