Frases asertivas que permiten retomar el control cuando alguien acapara una discusión

Las conversaciones dominadas por una sola persona generan incomodidad tanto en el trabajo como en reuniones sociales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Quedarse atrapado en una conversación interminable, donde una sola persona acapara la palabra y no deja espacio para los demás, es una experiencia tan común como incómoda, tanto en reuniones sociales como en el entorno laboral.

Frente a esta situación, expertos consultados por The New York Times ofrecen estrategias prácticas y respetuosas para recuperar el control del diálogo y fomentar una comunicación efectiva, sin caer en confrontaciones ni malos entendidos.

Usar el nombre del interlocutor para captar su atención

La primera recomendación, según Jefferson Fisher, autor de The Next Conversation, consiste en captar la atención del interlocutor utilizando su nombre. Fisher explica que mencionar el nombre de la persona funciona “como una campana para sus oídos y capta su atención”, lo que suele provocar una pausa y abre la oportunidad para intervenir.

Si la táctica no surte efecto de inmediato, sugiere repetir el nombre con calma, evitando gestos que puedan interpretarse como desafiantes. Este recurso puede ser el primer paso para interrumpir de manera educada a quien monopoliza la conversación.

Mencionar el nombre de la persona actúa como una señal auditiva que facilita la interrupción educada (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otra técnica validada por Fisher y recogida por The New York Times es reconocer abiertamente la interrupción. Frases como “Sé que estoy interrumpiendo” permiten tomar la palabra sin generar una reacción defensiva en el interlocutor, ya que se asume la acción de forma transparente.

Fisher señala que “las personas no se ponen a la defensiva cuando reconoces el acto de interrumpir”, lo que facilita una transición menos tensa. El especialista enfatiza la importancia de mantener un tono cálido, firme y sereno, ya que esto transmite la intención de participar en la conversación sin atacar a la otra persona.

Frases concretas para recuperar la palabra

Para quienes buscan frases concretas que ayuden a recuperar la palabra, Fisher recomienda iniciar con expresiones como “Necesito”. Ejemplos prácticos incluyen: “Necesito aclarar esto”, “Necesito añadir algo” o “Necesito detenerte aquí”.

Estas fórmulas permiten tomar el control del diálogo de manera asertiva y sin hostilidad. William Hanson, experto en etiqueta y autor de Just Good Manners, sugiere una variante más informal: “Oh, espera, necesito responder a eso antes de que se me olvide”, lo que introduce la intervención de forma amable y natural.

Las frases con la palabra clave 'necesito' facilitan recuperar la palabra en una conversación de forma asertiva (Imagen Ilustrativa Infobae)

En contextos grupales, como reuniones de trabajo, Fisher aconseja resumir lo que la persona ha dicho para demostrar que se le ha escuchado, y luego dar paso a otro participante. Una frase útil podría ser: “Escuché tus comentarios sobre ese punto. Laura, me gustaría conocer tu opinión sobre el tema”.

Nikki Graves, profesora asociada de comunicación en la Emory University, añade que también es válido ser directo y señalar: “Gracias por tus aportes. Solo tenemos un tiempo limitado y me encantaría escuchar a otras personas”.

En ambientes sociales, Hanson recomienda dirigir la atención hacia otro miembro del grupo, estableciendo contacto visual y solicitando su perspectiva sobre el asunto tratado, lo que ayuda a equilibrar la participación.

Cuando nada funciona: el derecho a retirarse

No obstante, hay ocasiones en las que ninguna de estas estrategias logra cambiar la dinámica. En esos casos, Todd Baratz, terapeuta y autor de How to Love Someone Without Losing Your Mind, sostiene que no es necesario invertir tiempo en analizar los motivos del interlocutor.

El bienestar personal es la prioridad al momento de decidir participar o retirarse de una interacción social (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según Baratz, resulta más útil centrarse en la propia reacción y, si la conclusión es que no se desea continuar la interacción, es completamente válido ponerle fin. El especialista, citado por The New York Times, sugiere que una excusa sencilla como “Tengo que irme” es suficiente para retirarse de la conversación sin mayor explicación.

Los expertos consultados por The New York Times coinciden en que la clave está en priorizar el propio bienestar y ejercer el derecho a decidir cuándo y cómo participar en una conversación, sin sentirse obligado a soportar monólogos interminables.

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