Muchas empresas se encuentran en el dilema de preocuparse por el movimiento de los precios de sus productos, o por el contrario, centrarse en la productividad. En las economías avanzadas, o en períodos de estabilidad como el que siguió a la pandemia, el enfoque está en la productividad. Esta se logra mediante dos caminos: la innovación y la oferta de nuevos productos y servicios, así como la reorganización constante de los factores de producción y la adopción de nuevas tecnologías.
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