Escucho en el informativo que en Almería no se celebrarán comuniones el próximo año y me alboroza ese ataque de laicidad. La decepción llega con la explicación: el Obispado cree que no basta con dos años de catecismo y a partir de ahora serán tres porque los niños no llegan maduros a un asunto de tanta enjundia. ¡Tres años! Ni tres meses duró el mío y aún recuerdo el suplicio.
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