Los intríngulis entre Trump y Musk muestran el tipo de capitalismo que ambos representan. Musk se convirtió en el principal donante de la campaña electoral del republicano a través de los comités de acción política, organizaciones formadas para recolectar contribuciones financieras de individuos o grupos y usarlos con el objeto de apoyar candidatos, partidos o iniciativas políticas. A continuación, la Administración Trump regó de subsidios a algunas de las empresas del hombre más rico del mundo. Por ejemplo, contratos gubernamentales masivos a Space X, créditos fiscales y programas de apoyos a Tesla, o bonus privados exentos de impuestos para actividades aeroespaciales. Además, Trump convirtió la Casa Blanca en un concesionario de Tesla con un anuncio de esos coches, delante de la prensa.
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