Como un año de grandes retos y en el que asegurar la estabilidad, ha sido el principal desafío, por el momento económico que vive el país, cerrará el 2024 para el Banco Serfinanza, entidad que se la juega por ver el vaso medio lleno y esperan que hacia adelante las cosas mejoren.
Portafolio entrevistó a Gian Piero Celia, presidente de esta institución financiera y quien hizo un balance de los últimos 12 meses y destacó que el consumo ha sido uno de los renglones de la economía que más se han visto afectados por la desaceleración, aunque resalta que el sector bancario ha sabido sortear la situación.
¿Cómo les fue en 2024?
El balance está afectado, como todos los bancos de consumo. Nosotros llevamos a septiembre utilidades de sólo $3.000 millones, o sea que no ha sido un buen año, ha sido un mal año, si tenemos en cuenta que las utilidades en 2023 fueron de $12.000 millones, con lo que ya son dos años no tan favorables.
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No obstante, estamos viendo una mejoría en ciertos sectores y tomando eso como impulso, este año vamos a cerrar muy cerca del punto de equilibrio, que creo que ha sido un logro a destacar, si tenemos en cuenta que la competencia ha estado bien golpeada.
¿Esto mejorará?
De cara al próximo año, si nosotros empezamos a crecer, las utilidades no van a ser de $2.000 millones o $3.000 millones, sino de $16.000 millones, según lo que estamos proyectando hasta ahora. Falta hacer los cierres de año, mientras que las carteras comerciales van a crecer del 7% el próximo año y la cartera de consumo volverá a crecer por encima de la inflación.
Dicho esto, empezamos a ver un mejor año en el 2025 y ya la consolidación de la recuperación del sector para el 2026, a menos que pase algo diferente a lo que se está viendo ahora.
¿Cómo ven el momento económico?
Venimos de un ciclo económico marcado por la pandemia, hay una afectación económica muy importante para todos los países, que en general han empezado a ser más flexibles con la emisión y con el gasto público para poder ayudar a las personas a salir de la situación de crisis en la que estaban.
Después se genera un crecimiento económico grande, lo cual impactó en la inflación y llevó al aumento de las tasas de interés por parte del Banco de la República, en virtud de su mandato constitucional. A eso le siguió el apretón económico y ahora vemos que pasamos de hablar de una recesión a un crecimiento económico moderado.
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¿Y para los bancos?
En el caso de los bancos, notamos algunas mejoras estos meses, mejor calidad de cartera, los resultados de algunos bancos vienen mejorando, porque finalmente cuando empiezan a bajar las tasas, la gente empieza a consumir otra vez. Estamos en un punto de inflexión donde todavía falta bajar las tasas y la inflación se viene comportando bien.
Una respuesta corta es, yo creo que nos va a faltar dos o tres años para tener los crecimientos acordes con los que necesitamos, pero yo siento que la tendencia viene cambiando de sentido y si las tasas de interés empiezan a bajar a los niveles de antes, el consumo se va a seguir afectando positivamente y eso va a generar una ola positiva.
¿Han sentido la reactivación?
Aún de forma incipiente, el impacto del crédito, condicionado en parte por los gastos bancarios, comienza a mostrar señales de consolidación. En términos generales, los desembolsos están creciendo, respaldados por un esfuerzo consciente de las entidades financieras para impulsar este indicador. Lo que estamos observando es un leve relajamiento en las políticas de crédito, como parte de una estrategia para fomentar el crecimiento en este ámbito.
Es cierto que existe una mayor demanda, aunque aún muy incipiente, ya que la recuperación no ocurre de manera inmediata, sino que toma meses e incluso años. Sin embargo, lo importante es que hemos superado un punto crítico caracterizado por una demanda deprimida, altos costos y riesgos significativos para los clientes. A partir de ahora, se vislumbra una tendencia de mejora en estos aspectos.
¿Cómo aprovechar la ola positiva?
Este tema tiene múltiples aspectos. Por ejemplo, el pacto de crédito ha beneficiado a ciertos sectores que están creciendo a un ritmo del 25% anual, superando el dinamismo de otros segmentos. Sin embargo, cuando la cartera vencida aumenta significativamente, como sucedió recientemente, los bancos se ven obligados a implementar medidas de choque, endureciendo sus políticas de crédito para mitigar los riesgos financieros.
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Actualmente, estamos empezando a flexibilizar estas políticas para incluir nuevamente a más personas, ya que prevemos una reactivación del crédito en los próximos 18 meses. El crédito de consumo, por ejemplo, ya muestra señales de crecimiento en el país, y consideramos que este es el momento propicio para impulsar su expansión.
¿Se están preparando?
En este contexto, nos estamos preparando a través de campañas comerciales más agresivas, diseñando paquetes de crédito atractivos para nuestros clientes, tanto personas como empresas, y optimizando nuestros canales digitales para que sean más amigables. Mientras que recientemente los bancos adoptaron un enfoque defensivo, ahora estamos transitando hacia una estrategia ofensiva, orientada a estimular el crecimiento y la recuperación del crédito.
¿Cómo ser más flexibles?
El sector ha enfrentado un año desafiante, con una reducción de cerca de millón y medio de tarjetas de crédito emitidas. Esto responde, en parte, a altos niveles de endeudamiento, incumplimientos en los pagos y la consecuente cancelación de tarjetas por parte de los bancos, que también endurecieron sus políticas crediticias. Sin embargo, con la normalización de las tasas de interés, los nuevos créditos están mostrando un mejor comportamiento, lo que nos ha llevado a flexibilizar nuevamente nuestros criterios de aprobación.
Estamos ajustando los puntajes de crédito necesarios para aprobar solicitudes, permitiendo que más clientes accedan al crédito, ya que las condiciones macroeconómicas han mejorado. Aunque hay debates políticos sobre el panorama económico, la disminución de las tasas de interés (actualmente alrededor del 27% y en descenso), la baja en la inflación y un crecimiento económico proyectado más favorable son señales positivas que nos impulsan a adoptar un enfoque más agresivo.
Adicionalmente, hemos implementado estrategias tanto para la emisión de nuevos créditos como para la recuperación de cartera. Una de nuestras mayores innovaciones ha sido en el ámbito digital.