Erik Edge, un joven de 17 años de Spokane, Washington, perdió la vida después de una complicación con la anestesia durante una cirugía rutinaria de extracción de muelas del juicio.
El procedimiento se realizó el pasado 24 de junio en Liberty Oral and Facial Surgery, Estados Unidos. Según los informes, tras la administración de la anestesia, la garganta del joven se cerró, impidiendo que pudiera respirar.
Intentos por reanimarlo
Edge era estudiante de la Escuela Preparatoria Gonzaga, una institución católica privada de Spokane. Su padre, Mark Edge, lo acompañó al consultorio esperando que fuera una cirugía rápida y sin inconvenientes.
Sin embargo, mientras esperaba en el lugar, presenció cómo paramédicos y bomberos irrumpían en el consultorio durante la operación. En una entrevista con The Spokesman-Review, Mark relató que junto a Sara, madre del joven, observaron cómo los médicos intentaban reanimar a su hijo mediante reanimación cardiopulmonar en múltiples ocasiones.
A pesar de los esfuerzos por estabilizarlo y trasladarlo de inmediato a un hospital cercano, Erik no logró sobrevivir. Sara Edge expresó que la muerte de su hijo fue producto de una reacción adversa a la anestesia, una situación que describió como “totalmente prevenible”.
Familiares presentan demanda
El lunes posterior al incidente, la familia presentó una demanda por negligencia médica contra el Dr. Bryan McClelland y su clínica.
Según la documentación, McClelland, un cirujano oral y maxilofacial con licencia, habría actuado simultáneamente como cirujano y anestesiólogo durante el procedimiento de Erik, lo que, según los demandantes, se hizo con el propósito de incrementar sus ingresos.
De acuerdo con George Ahrend, abogado de la firma Luvera, que representa a la familia Edge, el cirujano habría tardado “varios minutos” en darse cuenta de que Erik no estaba respirando. Además, los reportes señalan que, tras la cirugía fallida, McClelland llevó consigo al hospital las pertenencias personales del joven, incluida su billetera.
Según el testimonio de Mark Edge, el cirujano insistió repetidamente en detallar la cantidad de medicación administrada durante el procedimiento y expresó cuánto deseaba poder intercambiar lugares con Erik.
Joven en Bogotá murió tras someterse a una cirugía de cordales
Zharick Marianne Berrío Hernández, una joven oriunda de Aracataca, Magdalena, murió tras someterse a un procedimiento de extracción de cordales en un consultorio ubicado en el sur de Bogotá.
Según los reportes, luego de la intervención, la joven habría desarrollado una infección severa que presuntamente desencadenó su fallecimiento.
Berrío, quien era profesional en enfermería superior, se había trasladado hace algunos meses a la capital del país para ejercer su carrera. Sus allegados resaltaron su dedicación y compromiso con el cuidado de los demás, lamentando profundamente su inesperada partida.
“Este suceso ha dejado en shock y profunda tristeza a familiares, amigos y colegas, quienes no pueden concebir la repentina pérdida de una vida llena de promesas y dedicación al cuidado de los demás”, expresaron en un mensaje de condolencias desde su tierra natal, Aracataca.
O Globo (Brasil) / GDA y EL TIEMPO
Secretaría de Salud investiga muerte de una mujer tras sacarse las cordales
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y EL TIEMPO, y contó con la revisión de la periodista y un editor.