La Vía al Llano, un corredor vial fundamental para la conexión entre la región de los Llanos Orientales y el centro del país en Colombia enfrenta numerosos retos derivados de su ubicación geográfica y las condiciones climáticas de la zona. Así lo determinó el más recuente informe sobre economía regional urbana sobre el ‘impacto de los desastres naturales en la Vía al Llano sobre el movimiento de carga’ del Banco de la República.
Puede leer: Fondo Adaptación ha ejecutado y entregado proyectos que suman más de $380.000 millones
Según los expertos Johrland Ayala y Danna Pérez, este corredor conecta a Bogotá con Villavicencio, clave para el transporte de alimentos y bienes desde los Llanos Orientales hacia el centro del país ha sido impactado históricamente por su ubicación geográfica.
Se estima que el 48% de la demanda alimentaria de Bogotá es abastecida a través de esta ruta, y su relevancia también radica en el transporte de productos agrícolas y pecuarios, como palma de aceite, arroz, cacao y ganado bovino, que contribuyen significativamente a la economía regional.
Con una extensión de 86 kilómetros dividida en tres tramos, esta vía es parte de la Ruta Nacional 40, que busca conectar el Pacífico colombiano con las ciudades principales y los Llanos Orientales. Sin embargo, la geología y topografía de la región presentan constantes desafíos para su mantenimiento y operatividad.
“Aunque esta vía se convirtió en la más representativa del Llano y es la que trae más recursos a la región, ha presentado muchos problemas. La más notable dificultad es su ubicación. Esta carretera fue construida en una cordillera sedimentada que aún se encuentra en formación y con un elevado grado de afectación tectónica, acompañado de un alto nivel de lluvias”, explican.
Puede interesarle: Transporte terrestre de pasajeros movilizará a 12 millones de personas en diciembre
Accidente vía al Llano.
Los desastres naturales, como deslizamientos de tierra, derrumbes y desbordamientos de quebradas afectan gravemente la infraestructura vial, causando interrupciones frecuentes. Entre 2015 y 2022, se registraron un total de 136 cierres de la vía debido a estos eventos. El año 2017 fue particularmente crítico, con 35 cierres.
Además, en el período comprendido entre 2015 y 2022, hay una tendencia decreciente en el volumen total de comercio movilizado a lo largo de los municipios de influencia directa de Vía al Llano. En 2016, se alcanzó el punto más alto con más de 600.000 toneladas transportadas. No obstante, en 2017 y 2018, esta cifra experimentó una disminución significativa, llegando a 303.158 toneladas en 2018, disminución que se presentó en los años con mayores cierres registrados en la vía. A partir de 2021, se ha registrado un aumento en esta cifra, situándose en 321.000 toneladas y alcanzando las 480.000 toneladas en 2022.“Este incremento evidencia una recuperación en el transporte de mercancías a través de esta vía hacia diversas regiones del país”, dicen.
Estos eventos no solo interrumpen el transporte de carga, sino que también incrementan los costos logísticos y afectan la conectividad de los municipios de influencia directa, como Guayabetal registrando 114 afectaciones entre 2015 y 2022, debido a que la montaña es más propensa a derrumbes en dicho municipio. En menor medida, los otros tres municipios a lo largo de la vía también experimentan afectaciones, con siete para Cáqueza, ocho para Chipaque y 17 para Quetame.
Durante un cierre, el volumen promedio de carga disminuye en un 48,2 %, y cada día adicional de cierre genera una reducción del 5,1 %. Además, los desastres naturales incrementan los costos de transporte: un día de cierre puede aumentar el valor de los fletes en un 3,7 %, mientras que la ocurrencia de un cierre se asocia con un incremento del 41,2 % en los costos logísticos.
Los resultados muestran que los sectores más afectados por los cierres incluyen los cultivos y plantas, debido a la naturaleza perecedera de estos productos. En el sector agrícola, un cierre incrementa el tiempo de transporte, aumentando las posibilidades de pérdidas. En el sector pecuario, la logística se complica, afectando el suministro hacia los mercados principales.
Lea también: Este tren que conecta a Bogotá con la región empezará su construcción en 2025 ¿cuál es?

Vía al Llano.
Mauricio Moreno
“En el sector 1 (animales vivos y carne), se encuentra que un cierre adicional se traduce en una disminución del 10,4% en el volumen transportado de animales vivos y carne en la Vía al Llano. Adicionalmente, en el caso de la duración en días de los desastres, se observa que un día más de cierre conlleva una disminución del 4,9% en el volumen de animales vivos y carne transportados”, recalcan.
Entre los municipios afectados, Guayabetal destaca como el más perjudicado debido a la inestabilidad del terreno en esa zona, mientras que las interrupciones también impactan significativamente a Chipaque, Cáqueza y Quetame, que dependen de esta vía para su dinamismo comercial.
Aunque existen rutas alternas, como la Transversal del Sisga y el corredor Briceño-Tunja-Sogamoso, los expertos señalan que estas opciones presentan tiempos de viaje mucho mayores, de hasta 11 horas, y condiciones viales menos favorables.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio