Medellín volverá a vibrar con una de las figuras más importantes del panorama musical actual. Bad Bunny, el ícono puertorriqueño del reguetón, se presentará el 23 de enero de 2026 en el Estadio Atanasio Girardot.
Pero la noticia del concierto no llegó sola. Desde hace días, misteriosas sillas blancas (idénticas a la que aparece en la portada del último álbum de Bad Bunny) han comenzado a aparecer en distintos puntos del mundo.
Nueva York, Ciudad de México, Madrid, París, Buenos Aires y el fin de semana Medellín, han sido las ciudades testigos de esta peculiar acción promocional.
El concierto del artista será con una producción de Diomar García Eventos, Vibras Lab y Páramo Presenta.
Promoción del concierto
Las sillas, de diseño simple y color blanco , han sido colocadas en lugares importantes, como si esperaran a alguien o algo por suceder. En redes sociales, los fans no tardaron en identificar el símbolo, asociándolo inmediatamente con el concepto visual del álbum, que gira en torno a la soledad, el anonimato y la observación silenciosa del caos contemporáneo.
En Medellín, varios usuarios reportaron la aparición de una de estas sillas cerca del Pueblito Paisa y otra en las afueras del estadio donde se llevará a cabo el concierto.
La estrategia, diferente pero efectiva, ha logrado multiplicar la atención hacia el artista y su gira. Algunos fanáticos han especulado que cada silla representa una ciudad del tour, mientras otros creen que podrían tratarse de pistas para eventos sorpresa o actividades paralelas a los conciertos.
Bad Bunny en su última gira de conciertos. Foto:AFP
Medellín
El regreso de Bad Bunny a Medellín no es menor. La ciudad tiene una conexión especial con el artista, pues ha sido escenario de varias de sus giras anteriores y cuenta con una de las bases de seguidores más fuertes del continente.
El concierto del 23 de enero promete ser una de las fechas más concurridas del calendario musical de 2026 en Colombia.
La preventa de boletas se espera que comience el 7 de mayo a través de los canales oficiales, aunque aún no se confirma los precios.
De acuerdo con experiencias anteriores, se anticipa una alta demanda, por lo que los organizadores recomiendan estar atentos a las redes oficiales del artista.
En la capital antioqueña, la cuenta regresiva ya comenzó, y las sillas blancas parecen ser solo el principio de una experiencia que promete mucho más que música.
ÁNGELA MARÍA PÁEZ RODRÍGUEZ – ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO.