En medio de un contexto global marcado por crisis migratorias y desigualdad de género, la migración de mujeres colombianas en busca de mejores oportunidades educativas y laborales es un fenómeno creciente.
Según datos recientes de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, en 2021 residían aproximadamente 855,000 inmigrantes colombianos en Estados Unidos, representando alrededor del 2% de la población inmigrante total en el país. Aunque no hay cifras exactas sobre la proporción de mujeres dentro de esta comunidad, a nivel global, se sabe que las mujeres constituyen el 48,1% de la población migrante, de acuerdo con el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En medio de este panorama, Paula Ferrada, una cirujana caleña, es un vivo ejemplo de cómo romper estereotipos y liderar en un campo dominado históricamente por hombres.
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En Estados Unidos, las latinas representan solo el 2% de los médicos, según datos de la Asociación de Facultades de Medicina Americanas (AAMC, por sus siglas en inglés), lo que subraya la notable subrepresentación de mujeres hispanas en la medicina estadounidense.
Sin embargo, Paula ha superado estas barreras para convertirse en Presidenta del Departamento de Cirugía en el Hospital Inova Fairfax, un referente académico en Estados Unidos. Su historia contrasta de manera impactante con la realidad de muchas mujeres migrantes que luchan diariamente por integrarse en sus nuevos entornos.
“La discriminación existe, pero nunca debe definir nuestro potencial”, afirma Paula. Desde sus primeros pasos en el mundo de la medicina, se enfrentó a retos que parecían insuperables para una mujer latina en un sistema de salud estadounidense.
Graduada de la Universidad del Valle en Colombia, decidió migrar para buscar mejores oportunidades y, con esfuerzo, construyó una carrera que hoy inspira a muchas otras. Su paso por instituciones como la Universidad de Miami, el Beth Israel Deaconess de Harvard –donde se convirtió en la primera mujer colombiana en graduarse de un programa de cirugía– y la Universidad de Pittsburgh, marcó el inicio de su transformación en una líder global.
En el contexto de las crisis migratorias actuales, donde las mujeres enfrentan retos aún mayores debido a la brecha de género, Paula ha utilizado su plataforma para empoderar a otras. Ha creado programas de mentoría que conectan a mujeres en cirugía alrededor del mundo, fomentando un espacio inclusivo en especialidades médicas dominadas por hombres. Estas iniciativas no solo mitigan la brecha de género, sino que también demuestran que la colaboración y el apoyo mutuo son fundamentales para superar barreras sistémicas.
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La historia de Paula también resalta cómo la perseverancia puede transformar los sueños en realidad. Desde temprana edad, inspirada por sus padres –un cirujano y una enfermera–, decidió dedicar su vida a la medicina. Emigrar a Estados Unidos no fue una decisión fácil, pero estaba convencida de que podía contribuir de manera significativa a su campo. Hoy, su éxito no solo refleja sus logros personales, sino también el poder de la resiliencia frente a la adversidad.
“No se trata solo de emigrar, sino de llevar nuestra cultura, nuestra pasión y nuestra capacidad para transformar. Cada paso que damos abre una puerta para que otras mujeres sigan adelante”, concluye Paula. Su historia es un recordatorio poderoso de que, con perseverancia y determinación, el sueño americano puede cumplirse, incluso en los contextos más desafiantes.
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