Alimentarse de manera saludable se ha convertido en una prioridad para muchos colombianos, gracias a la creciente conciencia sobre el impacto de la dieta en la salud, el bienestar y el medio ambiente, que ha impulsado un cambio de hábitos alimenticios y ha llevado a muchas personas se cuestionen sobre lo que le dan a su cuerpo.
Sin embargo, expertos advierten que este esfuerzo choca con una dura realidad, que parte de mantener una dieta equilibrada y nutritiva y en el caso de Colombia puede ser extremadamente costoso, especialmente para las familias de estratos bajos y medios; generando un escenario de inequidad.
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Así se evidencia en un reciente estudio realizado por la firma Crowe Co, denominado “Hábitos de consumo 2025”, donde se advierte que el costo de una alimentación saludable puede representar hasta el 59% del salario mensual para muchos colombianos.
La encuesta, que consultó a 1.000 personas de estratos 1 al 4 (clase baja y media), muestra cómo el 89% de los hogares ha intentado mejorar su alimentación, incluyendo más frutas, verduras y proteínas de calidad, pese a que el desafío económico sigue siendo significativo y genera un escenario que requiere la atención, incluso, de las autoridades.
El DANE emitió el dato de pobreza en Colombia
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El costo de comer saludable
El informe revela que alimentarse bien puede llevarse una parte importante del salario, especialmente si los ingresos no superan los tres salarios mínimos legales mensuales vigentes ($4.270.500), situación que representa un problema para el 80% de los trabajadores del país, es decir, casi 19 millones de personas.
Concretamente, señalan que el 58% de los colombianos de estratos 1 al 4 gasta entre $118.878 y $237.756 semanales en alimentos saludables, lo que equivale a cerca de un millón de pesos mensuales y para aquellos que ganan entre $1.423.500 y $2.846.000, esta cifra puede representar hasta el 44,8% de su salario.
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“El tipo de comercio influye considerablemente en los costos. Hacer mercado en tiendas de descuento como D1 o Ara puede costar aproximadamente $582.204 al mes, mientras que en grandes superficies como Éxito, Carulla o Jumbo el monto asciende a $1.053.757”, dice el reporte de Crowe Colombia.
Así mismo, cuentan que “las tiendas especializadas en frutas y verduras (fruvers) tienen precios intermedios, alrededor de $829.934. Este gasto afecta especialmente a los hogares que destinan gran parte de sus ingresos a cubrir necesidades básicas”.
La fruta ideal para sus riñones.
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¿Cambio de hábitos o privilegio?
Óscar Villarruel, socio de Auditoría de Crowe Co, explica que el problema no radica en la falta de intención de comer mejor, sino en el costo elevado de los alimentos saludables, ya que “hoy en día, alimentarse de forma saludable representa un reto económico para muchas familias. El problema no es la falta de intención, sino que los precios no están ayudando”, afirma.
En este sentido, explicó que aunque el cambio de hábitos alimenticios es una tendencia evidente, sigue estando condicionado por el poder adquisitivo, el 51% de los colombianos consume frutas entre una y tres veces por semana, mientras que el 43% consume verduras con la misma frecuencia.
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“Solo el 15% come frutas más de cinco veces a la semana, lo que indica que, aunque hay avances, todavía existen barreras económicas para mantener una dieta equilibrada de forma continua”, agregaron.
Por su parte, las proteínas, que suelen ser más costosas, tienen un consumo más frecuente en el que el 57% de los encuestados las consume más de cinco veces por semana, lo que contrasta con alimentos menos saludables como los carbohidratos y las grasas, cuyo consumo sigue siendo alto debido a su accesibilidad económica.
Pesos colombianos
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Con todo lo anterior, concluyen que aunque la educación sobre hábitos saludables ha avanzado, el costo sigue siendo un obstáculo y ante esto las estrategias deben ir más allá de la concientización, dado que la gente está dispuesta a cambiar su dieta, pero los precios no siempre lo permiten. Y ese es el verdadero reto: lograr que la alimentación saludable sea también asequible”, enfatiza.
El gasto promedio mensual en alimentos saludables para una familia de ingresos bajos o medios sigue siendo elevado. Según cifras de la ANDI y Raddar, en 2024 los hogares destinaron $240,5 billones a alimentos, equivalente al 38,3% de sus ingresos. Esto plantea la necesidad de políticas públicas que incentiven el acceso a productos saludables, especialmente en zonas donde la oferta de alimentos frescos y naturales es limitada.
