Colombia, y las historias que hay en su territorio, se ha convertido en la musa de inspiración de escritores, que cuentan en sus obras anécdotas de amor, drama y que revelan secretos de nuestra cultura o de las diversas tradiciones que hay en las diferentes partes del país.
Así nace “A la sombra del cacao sabanero”, del autor Andrés Correa Londoño (Editorial Planeta), una obra que combina el suspenso con las costumbres y que se ambienta en el vibrante paisaje del Eje Cafetero durante la década de 1950, ofreciendo una experiencia literaria que engancha desde sus primeras páginas.
Esta novela, que sucede en paralelo a los cambios sociales de la época, es una ventana hacia la riqueza cultural y la esencia del campo colombiano y su gente.
Con un estilo narrativo que evoca la oralidad de las tradiciones, el autor transporta al lector a un universo donde la naturaleza, los lazos familiares, las creencias populares e incluso el destino, se convierten en protagonistas.
“Esta historia nació como un ejercicio narrativo mientras estudiaba en Barcelona, pero pronto tomó vida propia. Ambientar la historia en el campo colombiano fue una decisión natural; crecí entre cafetales y potreros y esa fase de la vida está profundamente arraigada en mí”, comenta Correa Londoño. Este enfoque autobiográfico le otorga a la novela una autenticidad que busca conectar a los lectores con las raíces de su tierra.
Portada del libro ‘A la sombra del cacao’ Foto:Cortesía
En la trama de este libro, una baraja española es la encargada de dar giros inesperados a la historia, cuando cae en manos de un personaje carismático. Este elemento intensifica la emoción durante la lectura y explora las conexiones entre el destino y las decisiones humanas, dejando a las personas reflexionando sobre la naturaleza de la realidad.
En la narrativa, la región campesina, en la que se mezclan blancos, indios y afrodescendientes, se transforma en una zona en la que las herencias de las culturas resultan en un universo singular, en que intentar adivinar el futuro se convierte en algo llamativo.
El lector también descubrirá una descripción rica y detallada de las tradiciones y festividades populares del Eje Cafetero. Desde las costumbres familiares, los sabores de la gastronomía local; hasta el poder del monte, de las hierbas, de la vida al aire libre y de la forma en la cual nos relacionamos.
“La región montañera es el contexto de la historia. Hay mucha oralidad en los personajes que traen a la memoria ciertas formas comunes y populares en la manera de hacer, en las festividades de los pueblos o en las celebraciones sociales”, dice el autor.
María Jimena Delgado Díaz
Periodista de Cultura
Instagram @mariajimena_delgadod