Hay catalizadores que revelan la naturaleza de los hombres y de los equipos. El Tottenham estimuló un partido tal, que al cabo de los 90 minutos el Manchester City obtuvo una radiografía completa de su verdadero estado. Al terminar, el City quedó expuesto en cada uno de los huesos de su esqueleto. La derrota, inapelable, completa, reflejó mucho más que el 0-2 que brilló en el marcador del Etihad, en la tarde del sábado. Pep Guardiola tiene mucho trabajo por delante. Sobre todo, en el mediocampo.
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