Los cambios de preferencias entre los trabajadores en el mundo y la priorización de elementos como el bienestar personal y el aprovechamiento del tiempo, han llevado a que el mercado laboral se reconfigure y las empresas empiecen a adoptar nuevas políticas internas, con el fin de retener el talento y hacer frente a uno de sus mayores dolores de cabeza en la actualidad: la deserción laboral.
Adicionalmente, aspectos como el teletrabajo o la importancia que ha ido ganando la salud mental de las personas con el tiempo, han entrado a formar parte del panorama, llevando a que las compañías tengan que ingeniar mecanismos con los cuales no se vayan sus empleados a otras firmas con propuestas más atractivas.
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Los diferentes estudios que se han conocido sobre este tema, dejan claro que atrás quedaron aquellas épocas en las que una persona ingresaba a una empresa y se quedaba allí durante décadas e incluso se jubilaba. Ahora, las nuevas generaciones exigen beneficios más allá de lo salarial.
Un reciente análisis de Formación de Seguridad Laboral cuenta que en países como España, entre las principales causas del absentismo se encuentran el envejecimiento de la población activa, las condiciones de precariedad laboral y el aumento de trastornos relacionados con la salud mental, como la ansiedad, el estrés y la depresión.
Renuncia
“Esta realidad plantea nuevos desafíos para el sector empresarial, que ahora debe ir más allá del cumplimiento normativo en prevención de riesgos laborales y adoptar un enfoque integral que combine seguridad física y bienestar emocional”, acotaron.
Partiendo de esto, agregan que la transformación de los espacios de trabajo implica diseñar entornos que promuevan la salud física y emocional de manera permanente y que para lograrlo, es necesario comenzar por integrar acciones que vayan desde la prevención activa de riesgos hasta la implementación de políticas de conciliación personal y laboral.
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¿Qué hacer?
En el informe se mencionó a Lyreco, líder europeo en soluciones para entornos laborales, que asegura que hay cinco estrategias esenciales para fortalecer un ambiente seguro y saludable, comenzando por ir más allá de impartir charlas ocasionales sobre riesgos laborales, ya que es fundamental que las empresas desarrollen programas continuos de formación, donde se sensibilice sobre normativas de seguridad.
“Las organizaciones deben realizar diagnósticos periódicos para identificar nuevos riesgos asociados a cambios en procesos, tecnologías o estructura del personal. Esta evaluación debe traducirse en planes de acción que minimicen accidentes o enfermedades laborales”, informaron.
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Por otra parte, contaron que el entorno físico influye directamente en el estado emocional y que disponer de oficinas organizadas, con zonas de descanso, espacios de desconexión, y el uso de materiales sostenibles y productos no tóxicos, contribuye a reducir el estrés visual y mejora la calidad del aire.
“Garantizar que los trabajadores cuenten con sillas ergonómicas, escritorios ajustables, reposamuñecas, soportes para pantallas y buena iluminación protege la salud musculoesquelética y visual, disminuyendo la fatiga y aumentando la concentración”, informaron.
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Por último, contaron que es necesario fomentar la conciliación y gestión del estrés, mediante políticas de flexibilidad laboral, espacios de comunicación abierta y programas de pausas activas, así como talleres de manejo del estrés y mindfulness, que para ellos son clave para promover la resiliencia emocional y reducir el riesgo de enfermedades mentales.
“El bienestar de los trabajadores no debe verse como un costo adicional, sino como una inversión con retornos claros. De acuerdo con estimaciones de Lyreco y otros actores del sector, las empresas que adoptan estrategias de bienestar laboral integral pueden reducir hasta en un 30% los niveles de absentismo y aumentar entre un 20% y 25% la productividad de sus equipos”, agregaron.
Con todo lo anterior, recordaron que un ambiente saludable disminuye la rotación de personal, un aspecto crítico en tiempos donde atraer y retener talento se ha vuelto cada vez más complejo y que el bienestar laboral no se limita a la prevención de riesgos, sino que abarca el equilibrio emocional, la motivación y el sentido de pertenencia.
