Quizás el nombre de Juan Fernando Fonseca Carrera en su conjunto suene lejano y desconocido, pero si lo acotamos a su primer apellido, es seguro que la gente ya tiene referencia de quién estamos hablando.
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Fonseca es, sin lugar a dudas, uno de los cantautores más queridos de Colombia. El ganador de ocho Latin Grammy comenzó su carrera musical en 2002 con el álbum Fonseca. Su proyección internacional llegó en 2005 con el lanzamiento de su segundo disco, ‘Corazón’, que incluyó el éxito ‘Te mando flores’. Desde entonces, ha seguido cautivando audiencias en Latinoamérica y el mundo, logrando múltiples número 1 en radio y en los rankings de Billboard.
El cantautor se prepara para llegar en abril de 2025 a Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla con un nuevo espectáculo y muy pronto se anunciarán más fechas y ciudades para el ‘Tropicalia Tour’ en Colombia, incluyendo destinos como Cartagena, Neiva, Santa Marta, Pereira, Bucaramanga y Villavicencio. En entrevista, Fonseca habla de su próxima gira.
Meterse en una gira tan grande e importante naturalmente lo lleva a pensar en toda su carrera y a elegir repertorios para tantos públicos y para toda la gente que lo escucha. ¿Cómo se siente cuando hace una recapitulación de su trayectoria?
Muy emocionado, la verdad. El otro día, en un momento de esos de pausa y reflexión, decidí entrar a Spotify y me puse a buscar playlists que no fueran las típicas, ni las oficiales que arma la plataforma o los sellos discográficos. Me interesaban esas listas hechas por los usuarios, esas que nacen del cariño y la conexión personal con la música. Fue entonces cuando me encontré con una playlist que alguien había creado y que resumía mi carrera y mi trayectoria desde el inicio hasta ahora. No te voy a mentir, fue un golpe directo al corazón, pero en el mejor sentido. Fue como si esa lista me obligara a detenerme por un momento y mirar hacia atrás, algo que no siempre hacemos con frecuencia. Empecé a escuchar esas canciones y, en particular, los duetos que he tenido la fortuna de hacer con artistas increíbles como Jon Batiste, Willie Colón y muchos más. Cada tema me transportaba a un momento específico de mi vida, a una etapa distinta de mi carrera. Fue inevitable sentir una especie de melancolía, pero no de esas que te ponen triste, sino una melancolía positiva, una que te reconcilia con el pasado y te llena de gratitud. Me siento orgulloso de lo que hemos construido y agradecido de poder hacer lo que hago.
Hace 20 años, por ejemplo, construir una carrera era más complicado que hoy. Antes había que sacar discos completos, hacer promociones arduas… Hoy, en cambio, basta con grabar algo en casa y subirlo a Spotify. ¿Cómo ve esa evolución en la música y cómo lo vivió usted en su momento?
Totalmente cierto. Era un panorama muy diferente. Antes, o sonabas en la radio o prácticamente no existías. Sin embargo, siempre he creído que cuando aparecen nuevas herramientas, hay que aprovecharlas. Aunque te confieso que sigo siendo un poco old school. Me gusta pensar en los álbumes como capítulos de mi vida, encapsulando momentos mediante el título y el concepto general. Esa forma de trabajar me permite cerrar ciclos y darles un significado más profundo a mis proyectos. Claro, los tiempos han cambiado y hoy en día la democratización de la música gracias a las plataformas digitales permite que cualquiera, sin importar si tiene o no una disquera, pueda llegar lejos. Es algo que celebro profundamente. Mira el caso de Billie Eilish, que grabó desde su cuarto y lo logró. Es fascinante.
Justamente, ahora que dice que sus álbumes son como capítulos, ¿cómo definiría el capítulo de ‘Tropicalia’ en su vida?
Yo diría que Tropicalia es como una graduación. Siento que todavía me faltan el máster y el doctorado. Este álbum representa un punto en mi carrera donde el sonido es más homogéneo, más maduro. No fue algo que busqué intencionadamente, pero al escuchar el resultado final, veo que hay una esencia clara con la que me siento muy cómodo. Además, ya sé hacia dónde quiero ir con mi siguiente paso musical, y esa claridad me da mucha tranquilidad.
Algo más que admirable de su carrera es que siempre ha mantenido una coherencia, incluso en momentos donde tal vez hubiera sido más fácil desviarse por otros caminos. ¿Esa coherencia es algo que buscó de manera consciente?
Sí, absolutamente. Cada canción que escribo pasa por un proceso muy personal. Primero hago un demo y luego convivo con él, analizándolo profundamente para decidir si realmente soy yo, si puedo vivir con esa canción el resto de mi vida. Es un filtro que se ha afinado con los años, y gracias a eso siento que he sido consecuente con mi sonido y mi esencia.
¿Y de todas las canciones que ha escrito, cuál es la que más orgullo le genera?
Canciones como ‘Te mando flores’ o ‘Paraíso’ me siguen emocionando como el primer día. Puedo cantarlas millones de veces y nunca me aburren. Esa es la magia de elegir bien y ser fiel a uno mismo
Es una gran pregunta, porque eso cambia con el tiempo. Pero, sin duda, ‘Ven’ es una canción que me llena de orgullo. Es muy personal, profunda y me llevó a rincones emocionales donde nunca había estado antes. Por otro lado, por supuesto, ‘Te mando flores’ también ocupa un lugar especial, porque nació de un sentimiento muy puro e inocente y sigue abriéndome puertas hasta el día de hoy.
Cuando escribe y produce una canción, ¿se da cuenta de inmediato si será un éxito?
Más que pensar en un éxito comercial, lo que busco es saber si puedo convivir con esa canción el resto de mi vida. A veces escribís algo y te enamorás, pero con el tiempo te das cuenta de que era un amor de verano…y a los tres meses ya no la quieres oír. Por eso, el proceso de selección es tan importante. En Tropicalia, por ejemplo, llegué a producir quince canciones, pero solo incluí once porque las otras cuatro no pasaron ese filtro personal.
¿Consulta esas decisiones con alguien o son completamente suyas?
Siempre escucho las opiniones de mi equipo, mi familia, mi esposa y mis hijos. Sus comentarios son sinceros y directos, lo cual valoro muchísimo. Sin embargo, al final del día, la decisión es mía. Hubo canciones que, por ejemplo, mi esposa no veía en el álbum y que terminaron siendo muy importantes para mí (risas).
Hablando de otras canciones, ¿hay alguna que no sea suya y que desearía haber escrito?
Sí, hay una de Juan Luis Guerra llamada ‘Testimonio’. Cada vez que la escucho o la canto, pienso: “Qué genialidad”. No solo por su virtuosismo, sino por el nivel de sensibilidad que transmite. Es una canción que me emociona profundamente.
Después de tantos años tocando sus éxitos en vivo, ¿cómo hace para mantener esa frescura y seguir disfrutándolos?
De nuevo, todo parte de ese filtro inicial. Por eso, canciones como ‘Te mando flores’ o ‘Paraíso’ me siguen emocionando como el primer día. Puedo cantarlas millones de veces y nunca me aburren. Esa es la magia de elegir bien y ser fiel a uno mismo.
¿Cómo definiría ‘Tropicalia’ en tres palabras?
Sabrosura, corazón y honestidad.
ÚRSULA LEVY
Para EL TIEMPO
@Uschilevy