Los diferentes tramos con demoras en la ciudad, a cargo del reconocido constructor Mario Alberto Huertas, presidente de MHC Ingeniería y Construcción de Obras Civiles, han sido a causa de líos técnicos, y de trámites. Por eso, en entrevista con Portafolio hizo una serie de recomendaciones al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) para poder ejecutar las obras sin contratiempos y acorde a los cronogramas. El empresario también mostró su interés en participar en el proyecto 5G Villeta – Guaduas.
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¿Cómo avanzan las obras que tienen a su cargo?
Tenemos varios proyectos, entre esos estamos en la Avenida 68 en la ciudad de Bogotá. De los nueve tramos tenemos cuatro. Han avanzado con el paso del tiempo con varias dificultades.
También están en la extensión de la Avenida Caracas que debía entregarse en septiembre, pero en agosto tenía un avance del 80 %, ¿qué retos se han presentado en este proyecto?
Por los servicios de las empresas públicas. Desafortunadamente la estructuración de estos proyectos no se ajusta a la realidad ni a la coordinación de las empresas para poder saber por dónde van sus redes. De esta manera, tenemos problemas con acueducto, gas, energía y a su vez también hay situaciones de arqueología que demoran los proyectos.
Cuando se entra a la obra, hay un tiempo de pre-construcción pero toca necesariamente hacer todas las diligencias en cada empresa para poder legalizar esta situación que se va encontrando. Los contratos realmente que estamos obligados a ejecutar no se puede hasta que no se resuelvan todos estos problemas. Eso es lo que ha impedido el desarrollo, además la coordinación de movilidad.
¿Han hablado de esto con el IDU?
Lo ideal es que, si el IDU saca proyectos, las empresas puedan trabajar de la mano con el IDU y solucionar los problemas de los contratos y movilidad también. En este momento, la nueva dirección y el nuevo alcalde están entendiendo eso, que para sacar los proyectos tienen que apoyar a los contratistas y evitar situaciones de multas e impedimentos. Hay que sacar los proyectos en equipo para que las cosas funcionen ya que la ciudad tiene muchísimos frentes y es la única forma de que esto salga adelante y no multando constructores o llegando pleitos que no le convienen a nadie.
¿Qué recomendarle a futuro?
La idea es no repetir esta historia y ser más consecuentes con los tiempos y la parte administrativa que se requiere. Hay que colocar personas que gerencien por parte del IDU para que resuelvan estos problemas y coordinen con las entidades.
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Mario Alberto Huertas, presidente de MHS Ingeniería.
Portafolio
¿Cuáles han sido los acuerdos a los que han llegado con el IDU para avanzar en estos dos proyectos?
Los factores que dan a la publicidad no son los reales porque se hizo un mecanismo maquiavélico que son hitos. Hay una inversión muy grande enterrada pero no se paga hasta que no esté el hito completo. Eso es lo que estamos tratando, que se haga directamente sobre lo que uno va ejecutando, que se tomen las decisiones de pago y de poder sacar los dineros de las fiducias, porque afortunadamente estos contratos cuentan con el dinero pero no se puede sacar dada la forma de contratación que es totalmente absurda, eso no debería ser así, estamos peleando para que eso sea una realidad, porque los impedimentos son todos los permisos que hay que sacar a las entidades para que se pueda desarrollar el contrato que se firmó en los plazos que se pactaron.
Otro proyecto a su cargo es la ALO Sur y debía empezar construcción hace un año, ¿son los mismos retos en esta obra?
Hay una dificultad que debemos solucionar y es el cruce del metro por los nuestros proyectos. Hay que establecer las condiciones de un lado al otro. También la situación de las licencias que se tenían allí para que ya se actúe directamente sobre lo que se va a construir.
Tramitar las licencias ambientales también se han convertido en un reto a la hora de construir, ¿les ha pasado?
Esa debería ser una labor esencial del Gobierno, hablar con las comunidades, hablar con la parte ambiental, social, para resolverle eso al constructor, para eso se paga una estructuración que casi siempre está a cargo del constructor después. Como constructores no deberíamos de estar en esa parte, lo que buscamos es optimizar los recursos y sacarlos adelante lo más rápidamente posible. No hay ningún constructor que quiera permanecer en estos contratos.
¿Qué opinan sobre los cambios en la financiación de las obras, es decir, tocar vigencias futuras o valorización predial?
La valorización es importante, pero creo que antes de acometer las obras, hay que explicar la función de los peajes, es decir, si el Gobierno hace unas inversiones las cuales nosotros ejecutamos, esto tiene un repago de esa deuda y el repago de la deuda entonces está condicionado a una parte de peaje y unas vigencias futuras porque no se puede descargar toda esa financiación en un peaje y esto pertenece directamente a los bancos, ellos manejan esos dineros, manejan la parte de la fiducia y hasta que no se pague la última financiación, el concesionario no toma su capital.
Las personas deben entender que, los dineros son manejados por el concesionario, no hacen parte de nuestro capital hasta que no se termine la deuda. Lo que podría hacer el gobierno es pagar por etapas para evitar tener que hacer tanta inversión.
¿Sobre el último punto se refiere a dividir aún más las unidades funcionales?
Claro.
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La vía recibió concepto favorable.
Cortesía
¿Qué piensa sobre los mensajes del Gobierno respecto a los cambios del sector?
Este sector hay que reactivarlo con ayuda del Gobierno con una planeación. No todas las carreteras requieren doble calzada, sino un tercer carril. Hay que organizar mejor las inversiones para poder establecer que sean los peajes un aporte que más y disminuirle la carga de las vigencias futuras. Eso depende totalmente de lo que requiere el gobierno para organizar sus carreteras.
¿Cuál es la apuesta que tienen en el país? ¿Se suman al nuevo portafolio que tiene el Gobierno en obras?
No. Siempre nos hemos dedicado en sectores donde pueda haber la viabilidad de construcción. Donde todas las afectaciones sociales sean mínimas y en este momento tenemos varios proyectos que estamos desarrollando. Jamás hemos querido ser los más grandes, sino los mejores y ese es un sello en el ADN de la compañía.
¿Y Villeta – Guaduas o El Estanquillo – Popayán?
La idea es ver el tramo de Villeta – Guaduas, ya que nosotros presentamos una alternativa de construcción allí, pero no se pudo realizar y llevar a cabo porque no dejaban colocar el peaje en el corredor. Son 23 kilómetros imposibles de cerrar financieramente porque no da. Las inversiones son grandes, pero conocemos esa región hace más de 30 años. Tenemos desde el río Bogotá, El Cortijo hasta Villeta.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
