La última vez que un presidente chileno entregó el mando a un sucesor del mismo signo político fue en marzo de 2006, cuando Ricardo Lagos, socialista, puso la banda presidencial a Michelle Bachelet, socialista también, que había sido su ministra de Salud y Defensa. Desde entonces, nunca un mandatario chileno ha logrado mantener el Gobierno -hubo 16 años de gobiernos consecutivos de Bachelet y Sebastián Piñera, de derecha-, y todo indicaba que el péndulo, luego de la Administración de Gabriel Boric, pasaría a manos de los conservadores. La primaria de la izquierda de hace dos semanas, sin embargo, donde fue elegida como candidata única del oficialismo Jeannette Jara, militante del Partido Comunista y exministra de Boric, ha renovado las esperanzas de la izquierda. Aunque los pronósticos indicaban que la derecha era la favorita para llegar a La Moneda en marzo de 2026, Jara ha mostrado su competitividad frente a los candidatos opositores. Ahora, a diferencia de lo que se pensaba hasta hace poco, parece perfectamente posible que Boric le entregue el poder a uno de los suyos. Sería un hecho inédito en Chile en los últimos 20 años.
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