Si la economía está mal, ¿por qué no imprimimos más billetes?
Aunque esta parece ser la solución más lógica, su ejecución puede llegar a ser contraproducente, puesto que detrás de esta idea se esconden consecuencias complejas con efectos directos en la estabilidad de las naciones.
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Para entender por qué los gobiernos no optan por llenar sus economías de papel moneda, primero hay que introducir un concepto: la oferta monetaria.
La oferta monetaria hace referencia al volumen de dinero que se encuentra disponible en la economía de un país en un momento determinado. En otras palabras, los recursos que hacen parte de su caja.
El tamaño de esa masa contempla tanto el efectivo que está en manos de la ciudadanía (los billetes y monedas en circulación) y los depósitos disponibles en las cuentas corrientes. Su importancia además radica en que su manejo tiene implicaciones clave en temas como el crecimiento económico, la inflación y el empleo.
Con eso claro, hay que pasar a explicar otro término relacionado: la política monetaria.
Billetes.
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Las decisiones sí impactan
La política monetaria se construye a partir de las decisiones que toma el banco central (en nuestro caso, el Banco de República) para controlar la cantidad de dinero que está circulando.
El propósito de ello es mantener el equilibrio en la economía. Es decir, no se trata solo de imprimir o quitar dinero porque sí, sino de manejarlo con cuidado para que la economía funcione bien.
Para tener un entendimiento más práctico tan solo hay que pensar que entre más plata se mueve, la gente gasta más, pero si no hay productos disponibles para cubrir esa demanda, los precios inevitablemente subirán.
O sea, la inflación se dispara y viceversa. Y si esta sube, el dinero pierde poder adquisitivo, ya que con la misma cantidad se compran menos cosas.
Teniendo eso en cuenta, y para evitar esos desbalances, la autoridad monetaria usa herramientas como las tasas de interés, el encaje bancario y la emisión de dinero. Esto con miras a moderar el comportamiento del consumo y controlar el comportamiento de la inflación.
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Inflación.
EFE
Entonces, ¿por qué no imprimir más dinero?
En un escenario de este tipo, imprimir más dinero sin respaldo ni control puede ser muy peligroso para la economía.
Como ya se mencionó, más billetes y monedas no implican una mejoría si no hay más bienes ni servicios porque esto hace que el costo de las cosas se eleve y que sea más difícil acceder a ellas. El impacto de la emisión de dinero sin control también se ve reflejado en la pérdida de valor de la moneda y en que su producción no se traduce en más empleo o inversión.
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