Pregunta del lector Rigoberto Ramírez Usma: ¿Por qué el comentarista de cine de Caracol Radio dice que la película está doblada al español latino? ¿Hay algún español que no sea latino? Respuesta: Hasta hace unos años se usaba el adjetivo “latino” para referirse a los idiomas derivados del latín, la lengua del Lacio, cuya capital es Roma. Esos idiomas son el español (castellano), el gallego, el catalán, el valenciano, el francés, el portugués, el italiano, el rumano y otros de menor importancia. Es lo que dice el Diccionario de la lengua española, DLE, bajo el lema azul “latino 1”.
Latino 2
En años recientes se agregó al DLE, de la RAE, el lema “latino 2”, con el significado de ‘latinoamericano’. Entonces, el español latino es una forma del nuestro idioma algo distinto al que se oye en la península ibérica. Por dar algún ejemplo de esas diferencias, podríamos recordar que en España no se pronuncian las sílabas tla, tle, tli, tlo, tlu, mientras que en Latinoamérica sí, lo que hace que allá se diga at-le-ta, y aquí, a-tle-ta; la jota es allá más gutural, y aquí, más suave, al pronunciar jamón, jarabe, jolín; allá se dice “ordenador”, y aquí, “computador”; allá se permite “subir para arriba”, mientras que aquí se condena como redundancia; allá se dice “una de cada”, y aquí redundamos “una de cada una”…, y ustedes ya saben lo de la c y la z, que pronuncian allá con mordida de lengua, mientras que aquí seseamos, dejando la lengua atrás.
Romano
También se usan el adjetivo “latino” y su sinónimo “romano” para referirse a los números ordinales, como rey Felipe VI (sexto), papa Benedicto XVI (dieciséis), XXXII (trigésimo segundo) Congreso Ganadero, y diferenciarlos de los arábigos, 6 (seis), 16 (dieciséis), 32 (treinta y dos). Se usa también para referirse a la Iglesia latina, la católica de occidente, cuyos ritos son distintos de los de la Iglesia de oriente. De igual manera, para identificar la vocal i, llamada i latina, y diferenciarla de la y, llamada i griega en su función de vocal, y ye, en su función de consonante.
I latina
La i latina va en cualquier posición. Puede ser al comienzo de la palabra, iguana, imán, idilio; en la mitad, coito, cuida, tapias, o al final bonsái, Pili, sexi. Puede llevar tilde, nací, Itagüí, Monguí, o no llevarla, inca, oficio, mira. Puede repetirse en una misma palabra, tití, dividivi, Titiribí. Mientras que la i griega como vocal solo se usa cuando actúa como conjunción, Marta y María, vivo y directo, maja y simpática, y cuando la palabra termina en diptongo decreciente. Esto último pasa en palabras terminadas en ay, como caray, Bombay, ¡ay!; en ey, como virrey, mamey, caney; en oy, como soy, doy, Sibundoy, y en uy, como Cocuy, cuy, ¡uy! En otras posiciones es consonante ye, con sonido articulado, como el de la ll, y no vocal, como el de la i, yace, Yemen, rayito, cuyo, cónyuge. Nunca lleva tilde.
Sexi
Dadas esas circunstancias léxicas, hay adaptaciones españolas terminadas en i latina de palabras inglesas terminadas en i griega, como sexi (en inglés sexy), ferri (ferry), curri (curry), derbi (derby), dandi (dandy), Dani (Danny), Mari (Mary).
Fernando Ávila
Experto en lingüística
Preguntas: fernandoavila1952@hotmail.com