Minhacienda habla de desaplazar el gasto y aumentan las dudas sobre el futuro fiscal | Gobierno | Economía

Minhacienda habla de desaplazar el gasto y aumentan las dudas sobre el futuro fiscal | Gobierno | Economía


Los primeros días de Germán Ávila al frente del Ministerio de Hacienda estuvieron marcados por una serie de anuncios que no solo delinearon su agenda al frente de esta cartera, sino que también generaron preocupación entre inversionistas y analistas del mercado. Esto se debe a que Ávila dejó claro que su prioridad será apoyar las iniciativas del presidente Gustavo Petro, dejando en segundo plano el tan solicitado recorte del gasto.

Que se va a insistir en una ley de financiamiento enfocada en ciertos sectores de la economía, que aumentará el precio del diésel, que presionará al Banco de la República para que bajen más rápido las tasas de interés y que revisará la deuda pública para encontrar formas de aliviar la presión fiscal; fueron algunos de los mensajes que dejó.

Otras noticias: Más taladros, pero menos pozos: panorama de la perforación de gas y crudo en Colombia

Sin embargo, hubo algo que pasó desapercibido para la mayor parte de la opinión pública, relacionado directamente con la necesidad de recortar el gasto, y se centró en la posibilidad de que el Gobierno Nacional lleve a cabo un “desaplazamiento” de los rubros que se congelaron a comienzo de año, tarea en la que empezará a trabajar pronto.

“Es posible, de acuerdo con los desarrollos y las evaluaciones que vayamos haciendo, que tengamos que revisar posibles aplazamientos, pero también algunos ajustes en la estructura general del gasto que nos permitan atender otros frentes que estamos considerando. Estamos evaluando este decreto de aplazamiento para un posible decreto de desaplazamiento de algunas fuentes que vamos a conseguir por otras rutas”, dijo concretamente el Ministro de Hacienda.

Pesos colombianos

iStock

Dicho de forma simple, pese a que no se entregaron más detalles al respecto, en esta cartera se estaría considerando revisar cuáles de los gastos aplazados se pueden reintegrar a las cuentas por ejecutar, en momentos en que los depósitos del tesoro pasan por sus puntos más bajos de la historia y se necesita plata para gobernar.

“Hay que tener en cuenta que el Congreso de la República no ha sido precisamente un colaborador en estas coyunturas económicas. Al contrario, nos ha creado dificultades complementarias. Primero, con la aprobación del Presupuesto, que tuvo que salir por decreto, y posteriormente con la no aprobación de la ley de financiamiento que nos abrió una brecha de cerca de $12 billones de desfase”, agregó Ávila.

Si bien el Ministro de Hacienda también habló de congelar otras partidas, no hay que pasar por alto que las recomendaciones de centros de estudio económico como Corficolombiana, Anif, Fedesarrollo y hasta el mismo Comité Autónomo de la Regla Fiscal han señalado en varias ocasiones que es necesario ajustar el gasto actual en un rango que, según se consulte, va entre los $30 y $50 billones de pesos. Si se concreta el desaplazamiento, se estaría yendo en dirección contraria.

Noticia destacada: Grupo Aval generó utilidades consolidadas por $1,01 billones en 2024

¿Es posible?

Portafolio habló con dos economistas y expertos en temas presupuestales sobre la posibilidad de que se lleve a cabo un descongelamiento de los recursos en el Presupuesto General de la Nación. En primer lugar, para Henry Amorocho, docente de Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, esto no es tan fácil como se cree, dado que tendría que volver a intervenir el Congreso.

“La realidad es que ni el camino de la reforma tributaria ni el de nuevas rentas se apartan de la necesidad de llevar un proyecto de ley de recursos adicionales al Congreso para financiar apropiaciones. Si no existen las rentas con las cuales se programó el presupuesto de 2025, lo que procede es recortar el presupuesto, eliminar la suspensión del mismo y recurrir a un proyecto de recursos adicionales para financiarlo por la vía de un proyecto de ley”, indicó.

Germán Ávila - Ministro de Hacienda

Germán Ávila – Ministro de Hacienda.

Cortesía – Minhacienda

Amorocho aprovechó también para referirse a la idea de impulsar una ley de financiamiento y advirtió que no procede en este caso, ya que no se está en la etapa de programación presupuestal, sino ejecutando el presupuesto y ajustando gastos e ingresos cuando las rentas no se produjeron definitivamente.

“Si las rentas no se materializaron, lo que procede es recortar el presupuesto, identificar de dónde provienen los recursos, como lo señala el ministro, colocarlos en un proyecto de ley de recursos adicionales y asignar los gastos que se desean financiar. Esa sería la vía correcta”, recalcó.

Consulte también: Minhacienda no descarta una revisión de la deuda pública

Por último, indicó que la figura de aplazamientos o desplazamientos de gastos no es posible según el derecho presupuestal actual, ya que no existe esa opción y según la ley, lo correcto es hablar de una suspensión de la apropiación.

“Ante la evidencia de que no están las rentas y considerando que el Ministro de Hacienda habla de recursos distintos a los tributarios, lo que procede es recortar el presupuesto aprobado para 2025 ($12 billones) y presentar un proyecto de recursos adicionales con base en las rentas que el ministro menciona. Esa es la única opción viable, ya que ni el desaplazamiento ni el aplazamiento están autorizados por la ley”, concluyó.

Recesión económica

Recesión económica

FOTO: iStock

Toca recortar

Otra visión en este debate fue la del profesor Jorge Restrepo, de la Universidad Javeriana, quien manifestó que es imposible desaplazar, dado que no hay caja para hacerlo, ni espacio en la regla fiscal y mucho menos recaudo suficiente para pagarlo. Ante esto, sostiene que la única salida es ejecutar un recorte del gasto.

Como no se recortó el presupuesto sino que se aplazó, las entidades comprometieron plata para evitar lo que viene. En solo dos meses, los compromisos alcanzan 106 millones, casi un quinto del presupuesto: la procrastinación fiscal lleva a que las entidades apuren. El gasto del gobierno a febrero, sin incluir los intereses, sigue siendo superior a lo que se gastó cada año desde el 2021, en plena pandemia”, manifestó.

Puede interesarle: Joyas a la venta: Dian abre nueva jornada de subastas con metales preciosos

Más allá de pensar en caminos para poder gastar más, este analista sugiere concentrarse en superar los indicadores desfavorables que muestran las cuentas fiscales, principalmente en aspectos como los saldos del tesoro, el recaudo tributario, los títulos de la Nación y el Presupuesto, que son los que más apremian actualmente.

“Sin recortes, con la deuda al límite, sin ganas de privatizar y sin capacidad para que el Congreso apruebe nuevos impuestos, lo único sería aplazar gastos inaplazables: como los de las elecciones de 2026, el servicio de la deuda o el gasto en salud. O cerrar la economía imponiendo altísimos aranceles. Garantizar la salud y las elecciones requiere un pronto y drástico recorte del gasto”, sentenció.



Source link

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top