McLaren se ha ganado el derecho de decidir las bases en que se decidirá el próximo campeón del mundo, después de dibujar una maravilla de coche que ha ganado 12 de los 15 grandes premios que se han disputado hasta ahora. Desde los despachos de la escudería de Woking (Gran Bretaña), Zak Brown, el jefe, no tiene aparentemente ninguna preferencia, y le da igual si quien le devuelve la corona al equipo 17 años después (Lewis Hamilton) es Oscar Piastri o Lando Norris. El ejecutivo norteamericano es un ‘loco’ de las carreras. Sin ninguna duda que es perfectamente consciente del cataclismo que se generó dentro de la estructura que ahora dirige en 2007, la temporada del debut de Hamilton y del primer ejercicio de Fernando Alonso como estrella de los bólidos plateados. La pareja se enzarzó en una refriega casi a navajazos que terminó con el título a manos de Kimi Raikkonen y Ferrari. Para no caer en ese ridículo, Brown se inventó las conocidas como Reglas Papaya o ‘Papaya Rules’. Se trata de una especie de manifiesto que marca los límites en el código de conducta que deben mantener Piastri y Norris en pista.
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