En 2024, Bogotá fue la única gran ciudad del país donde aumentó la pobreza multidimensional, una realidad que contrasta con la tendencia nacional de mejoría. Así lo revela el más reciente boletín del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) elaborado por ProBogotá Región con base en datos del Dane.
Según estos expertos, las cuentas muestran que la incidencia del IPM en la ciudad subió de 3,6 % a 5,4 %, lo que representa 148.000 personas más en condición de pobreza y se convierte en un nuevo reto para afrontar en la ciudad, en tiempos en los que el ritmo económico juega en contra de las autoridades.
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El informe apunta a una causa clara detrás de este deterioro y es el colapso en el acceso a servicios de salud, dado que la variable “barreras de acceso a salud” fue la única del IPM que aumentó en incidencia, pasando del 1,5 % en 2023 al 4,3 % en 2024 y generó un deterioro que tuvo tal peso, que explica por sí solo el incremento total del IPM en Bogotá.
Según el boletín, “la precarización del sistema de salud aumentó sus carencias, llevándolas a ser clasificadas como pobres multidimensionales”; mientras que la situación es especialmente grave para las mujeres, y en particular para aquellas que encabezan sus hogares.
Bogotá panorámica
Sergio Acero Yate – El Tiempo
Para explicar mejor su punta, desde ProBogotá acotaron que mientras que la pobreza multidimensional fue de 4,9 % para los hombres, en el caso de las mujeres alcanzó el 5,8 %, aunque el dato más alarmante se observa cuando se analiza la jefatura del hogar, ya que los hogares liderados por mujeres presentan una incidencia del 7,5 %, más del doble que aquellos encabezados por hombres (3,4 %).
En palabras del informe, “el aumento de estas brechas de género coincide con el fuerte crecimiento en la incidencia de barreras de acceso a la salud, lo que refuerza la evidencia de que el acceso a servicios de salud es un factor determinante del bienestar, especialmente para las mujeres y, en particular, para aquellas que encabezan hogares”.
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El análisis indica que estos cambios están relacionados con “la sobrecarga en las Entidades Promotoras de Salud (EPS), sin una asignación proporcional de recursos financieros y logísticos”, lo cual ha llevado a un aumento del 35 % en la tasa de tutelas médicas y a que el 46 % de los afiliados en Bogotá estén inscritos en EPS intervenidas por el Gobierno.
Esta crisis del sistema de salud, según ProBogotá, está empujando a la pobreza a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Hospital
Fuente: IStock
Luces y sombras
Aunque se registraron avances importantes en otras dimensiones del IPM, como en educación, donde el rezago escolar y el bajo logro educativo bajaron a sus niveles más bajos desde 2018, el deterioro en salud fue lo suficientemente fuerte como para revertir los logros obtenidos en otros frentes. Además, la variable de trabajo informal sigue siendo la de mayor incidencia dentro del IPM, puesto que a pesar de una reducción de 1,9 puntos porcentuales, se mantiene en el 51,3 %, evidenciando que el empleo informal sigue siendo un problema estructural.
El informe también alerta sobre las posibles consecuencias de una reforma laboral mal diseñada, al advertir que un aumento en los costos laborales podría derivar en “más desempleo y más informalidad, excluyendo a las poblaciones más vulnerables de las protecciones del empleo formal”.
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Finalmente, aunque Bogotá continúa siendo la región con menor desigualdad urbano-rural, esa convergencia se debe más a un empeoramiento de las condiciones urbanas que a un avance en las zonas rurales; mientras que la brecha entre zonas rurales y cabeceras dentro de la ciudad se redujo de 8,1 a 5,4 puntos porcentuales, pero esto ocurrió porque el IPM urbano creció, no porque el rural mejorara sustancialmente.
El caso de Bogotá se convierte así en una señal de advertencia que reza que una ciudad con altos niveles de institucionalidad y cobertura social puede retroceder si no se garantiza el acceso efectivo a servicios esenciales, especialmente aquellos que determinan la capacidad de las personas de salir de la pobreza y mantenerse fuera de ella.