Bob Marley fue la cara de un movimiento pacifista, que empezó con marihuana, guitarras y mucho reggae en la década de los 60. Hoy, 6 de febrero, estaría cumpliendo 80 años, de no ser por un cáncer que apareció por primera vez en su dedo gordo del pie derecho, que posteriormente hizo metástasis y que ocasionó su muerte el 11 de mayo de 1981.
Este artista entregó más que excelente música al mundo. Fue un “luchador por la libertad, que estuvo armado con una guitarra”, como dice la inscripción de su estatua en Serbia. Se convirtió en un promotor del amor, lo que celebra Tailandia por estas fechas, con un festival cultural que honra sus letras. E inspiró a los líderes de Zimbabue, que lograron la independencia de los colonos británicos.
Por eso, su familia honrará hoy la obra del rastafari, con un concierto tributo llamado ‘Uprising’, que se transmitirá en directo desde el canal de YouTube de los estudios Tuff Gong y en el que participará un grupo de artistas jamaicanos populares, de la nueva ola del reggae, como: Mortimer, Bugle, Kumar Fyah, Naomi Cowan y más, que aparecieron en la película Bob Marley: One Love. El homenaje, que se realizará desde las 3 p. m. hasta las 7 p. m. (hora Colombia), contará también con las mejores presentaciones de cumpleaños pasados y una muestra del impacto actual de su organización benéfica, la Bob Marley Foundation.
“Se cree que la fecha de nacimiento de Marley es hoy, porque es la que aparecía en su pasaporte. Pero no es la exacta, porque al norte de la isla en donde nació, existía la tradición de dar a luz con ayuda de parteras. Entonces, a los ‘pelados’ los registraban mucho tiempo después de que nacían, cuando su familia podía ir a un pueblo de la urbe. En muchas ocasiones, las mamás no se acordaban del día exacto, así que decían la fecha que creían correcta, lo que también hizo la madre del artista”, cuenta a EL TIEMPO William Vergara, investigador musical y fiel seguidor del jamaiquino.
Pero ¿qué debe hacer una persona para que sigan recordándola luego de 44 años de su muerte? El caso de Marley se explica como una mezcla de talento y suerte. Sus letras, aunque dedicadas a Jamaica, resonaron con las realidades de varios países en zonas díficiles y apartadas. “Como dice el dicho, ‘al que le caiga el guate, que se lo achante’, y el guante de Marley le cayó a muchos. Él era directo, revolucionario, contestatario, pero siempre sencillo. Lo que fue fácil de difundir en ritmos caribeños, con reggae. Sin duda, su talento se juntó con que estaba en el lugar correcto”, agregó el experto.
En 1963, Bob Marley y su amigo de la infancia Neville Livingston (también conocido como Bunny Wailer) empezaron a tomar clases de canto con Joe Higgs, un vocalista exitoso que orientó a muchos jóvenes en los principios del ritmo, la armonía y la melodía. El maestro, los presentó con Peter Tosh y fundaron el trío: Bob Marley and The Wailers.
Sus creaciones, influenciadas por el estilo de la banda Curtis Mayfield and the Impressions, plasmaron las luchas de las clases sociales y conquistaron a una audiencia local. “La industria musical en Jamaica grababa muchos discos, aunque no trascendían en ventas e impacto. Entonces, para promocionarlos implementaban sistemas de sonido en camionetas ‘pick up’ y se iban por tierra, por toda la isla, dando a conocer sus discos y vendiéndolos”, contó Vergara.
Entre las entregas musicales que resonaron en las calles de Kingston y marcaron su carrera, estuvo su primer sencillo para Studio One, ‘Simmer Down’, en el que Bob recomendaba a los jóvenes del gueto controlar sus temperamentos o ‘la batalla sería más dura’. Se cree que se vendieron más de 80.000 copias.
Por eso, The Wailers continuó grabando varios éxitos para el famoso productor jamaiquino Coxsone, incluidos ‘Rude Boy’, ‘I’m Still Waiting’ y una versión temprana de ‘One Love’, la canción que la BBC designaría como ‘Canción del Siglo’ unos treinta y cinco años después.
La caída en las ventas de los sencillos de The Wailers en Studio One, sumada a la falta de una compensación económica justa por parte de Coxsone Dodd, el productor musical pionero de la escena del Reggae de Jamaica, lo que los llevó a la banda a abandonar el sello y a crear uno propio: Wail’N Soul’M, frente a la casa de la tía de Bob. El nombre del sello representaba a sus principales integrantes: The Wailers y The Soulettes, un trío vocal femenino en el que cantaba Rita, quien se casó con Bob. Años más tarde, por la falta de recursos, el grupo cerró este espacio musical en 1968.
El género musical que los llevó a la gloria, en especial a su vocalista, surgió como una amalgama de ritmos, porque Jamaica estaba en un triángulo musical entre República Dominicana, Haití y Cuba. Inicialmente, esto fue considerado como Calipso, que luego se llamó Ska, después se unió con el Soul y nació el Soca. Tras esto, se sumaron tradiciones negras como la música góspel norteamericano, el blues y el jazz.
Bob Marley. Foto:Cortesía
Así, empezaron a aparecer notas de lo que llamamos reggae, un género que se cocinó para quienes no pertenecían a la élite jamaiquina, y este se empezó a esparcir por el mundo, gracias a programas de radio que llegaron hasta Miami y New Orleans, Estados Unidos.
“Las agrupaciones anteriores a Bob Marley & The Wailers salían los fines de semana o en las noches a tocar en sus barrios y así se fue creando un movimiento cultural, que luego explotó con el éxito de Marley. Lograron posicionar ‘Simmer Down’, como el primer gran hit que reconoció la revista Rolling Stone, para luego llamar la atención de la industria musical con su disco ‘Catch Fire’, producido en Island Records, y que les abrió las puertas al mundo”, comentó Vergara.
La leyenda continúa. Se grabaron unos ocho álbumes con la misma casa disquera, Island Records, y luego de marcar historia, Marley se divorció de quienes lo ayudaron a llegar a la cima musical.
Las sombras del músico
“Quiero darte amor, quiero darte un buen, buen amor”, es una de tantas frases célebres del artista. Pero, esto no se vio reflejado en su vida personal. Rita fue su gran amor y su romance fue, lo que hoy en día se catalogaría como tóxico. En ‘No Woman, No Cry’: mi vida junto a Bob marley, libro publicado en 2004, la afrodescendiente contó la realidad desde este ícono que promulgaba la paz.
El primer beso de ambos fue en el cine, durante una película. Su primer encuentro sexual fue en la cocina de la casa de Bob. Rita supo que estaba enamorada del músico luego de besarlo en la playa. Se casaron impulsivamente y entregados a un estilo de vida rasta, se dedicaron a ampliar la familia, mientras que vivían en la casa de una familiar de Rita.
“A veces Bob y yo teníamos peleas violentas, aunque como niños, no para ‘matarnos’, sino peleas de amor”, cuenta en sus memorias esta mujer con raíces cubanas, al replicar las advertencias de su tía: “¿Por qué tienes la cara así o que te ha pasado en la mano? Cuando un hombre te pega, la cosa va mal. Está claro que te maltrata”, le decía.
Tras una vida llena de incertidumbre económica, en la que a Rita debía viajar a Estados Unidos para trabajar como criada, Bob consumó amoríos por fuera de su matrimonio y tuvo dos hijos como resultado de estas relaciones, que nacieron casi a la par de su primer hijo barón: Stephen Marley.
“La mentalidad del jamaiquino, del rasta, no es el de un hombre fiel. Son promiscuos y de muchas mujeres. Su filosofía se basa en ‘regar la semilla’ lo más que se pueda. Esa era la personalidad de Bob Marley. Incluso, se casó y al otro día que se fue para Wilmington (Estados Unidos), donde vivía su mamá, para trabajar en negocios”, dijo Vergara.
Ser un rastafari fue su esencia
Al comenzar la década de 1970, el alto desempleo, el racionamiento de alimentos, la violencia política generalizada y el control del fondo monetario internacional sobre la economía jamaicana, debido a diversas políticas de ajuste estructural, influyeron profundamente en la conciencia social que definió las letras de Bob Marley.
A pesar de sus comportamientos en la vida personal, este artista creía firmemente en el rastafarismo, un estilo de vida enfocado en la justicia, que incorpora conceptos filosóficos y busca respuestas dentro del ser, no afuera. Según contó Ras Igie, miembro del movimiento rastafari, a la BBC, también consiste en ‘mantener una dieta vegana, no acercar una cuchilla a la cabeza’ —lo que explica su manera de llevar el cabello— y considerar la meditación, junto con la marihuana, como una forma de entender la palabra de Yah, el creador.
Marley, convencido de estos principios, se bautizó en la Iglesia Ortodoxa Etíope y se convirtió en un rasta cristiana que profesaba amor por el mundo. Además, adoptó el nombre de Berhane Selassie, el mismo que llevaba el Negus, el emperador de Etiopía, a quien los rastas consideraban la reencarnación de Jesucristo.
Bob Marley. Foto:Cortesía
Esta cosmogonía generó que al final de sus días se ganara el cariño del pueblo con frases como: “Algo bueno de la música es que, cuando te golpea, no sientes dolor”, “la hierba es la unificación de la humanidad”, “es mejor morir luchando por la libertad que ser un prisionero todos los días de tu vida”. Lo que también hizo que se ganara enemigos políticos, pues influía en el pensamiento de la población de acuerdo con sus corrientes políticas, lo que ocasionó que en diciembre de 1976 siete pistoleros ingresaran a su propiedad y atentaran contra su esposa y él.
Una fiesta en su honor
Hoy, además del concierto en vivo, se estrenará un episodio de Bob Marley & I, con el director de cine, DJ y músico británico Don Letts. En esta producción se detalla la experiencia que le cambió la vida al ver a Bob Marley & The Wailers en el legendario Lyceum Theatre de Londres en 1975. A lo largo del año se presentarán más episodios.
Para contribuir a las celebraciones, Young Voices, en colaboración con The Bob & Rita Marley Foundation, organizará un coro mundial desde el Co-op Live Arena de Manchester (Inglaterra) para conmemorar el 80.º aniversario de Bob Marley. Durante el evento, se interpretará Marley Magic, un popurrí especialmente arreglado con algunos de sus grandes éxitos, como One Love, Jamming’, Three Little Birds y muchos más.
El coro Young Voices, compuesto por 8.000 personas, cantará en directo desde el Co-op Arena, mientras miles más se unen desde distintas partes del mundo para crear un poderoso y conmovedor tributo a una de las figuras musicales más célebres de la historia. Niños, profesores y padres están invitados a participar desde sus escuelas u hogares, y podrán acceder al material didáctico al inscribirse.
María Jimena Delgado Díaz
Periodista de Cultura
Instagram @mariajimena_delgadod