El objetivo clave sigue siendo rebajar la tensión bélica entre Israel e Irán, pero el Gobierno del Reino Unido, en previsión de que eso no dé resultado de forma inmediata, ha decidido reforzar sus bases militares en la región. Keir Starmer confirmó a última hora del sábado, mientras viajaba hacia Canadá para participar en la cumbre del G7, que su país ha desplazado a la zona más cazas de combate y aeronaves de reabastecimiento de combustible de la Royal Air Force (RAF), como apoyo de contingencia. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, para ofrecerle la reanudación de las conversaciones nucleares con las potencias europeas. Una petición a la que también se han sumado Alemania y Estados Unidos.
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