La misma aporta 27 gramos de carbohidratos, de los cuales 4,8 gramos son fibra, que actúa como un nutriente fundamental en ralentización de la absorción de azúcares en el cuerpo, previniendo así picos glucémicos que pueden sufrir los pacientes de diabetes, entre otros beneficios.
Al mismo tiempo, otro estudio de la NIH indicó que los polifenoles presentes desempeñan un papel crucial en la regulación del metabolismo de la glucosa y, además de mantener estabilidad en cuanto a los niveles de azúcar en sangre, permite que se protejan las células hepáticas contra el daño oxidativo.
Por su parte, el sitio PubMed reveló en otro informe que las propiedades de la cáscara de la manzana pueden ayudar a prevenir el desarrollo de células cancerígenas en el hígado, siendo esto un beneficio fundamental para un diabético, dado que estas personas tienen una mayor tendencia a desarrollar estas células.
El valor agregado en nutrientes de la manzana, según autoridades de Estados Unidos
De acuerdo con la información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), una porción mediana de manzana brinda 104 calorías y 9 miligramos de vitamina C, además de destacar por su buen contenido de agua y propiedades antioxidantes para el hígado.
Esto convierte a dicha fruta, además de una opción nutritiva, en un alimento saciante para cualquier persona, por lo que se recomienda comerla con cáscara para aprovechar al máximo de cada uno de sus nutrientes, y más aún si se trata de una persona con diabetes o problemas de hígado.