La posesión del presidente 47 de los Estados Unidos, Donald Trump, estuvo repleta de mensajes sutiles, simbolismos y otros detalles directos y precisos. Uno de ellos fue la presencia profusa de algunos de los principales líderes y magnates de gigantes tecnológicas como Google, Apple, Tesla, Amazon, TikTok y Open AI, entre otras, al mismo nivel (e incluso motivo de críticas) de figuras del gabinete presidencial o en vez de personalidades del Legislativo y la justicia.
El presidente Trump prometió medidas económicas agresivas, proteccionistas y en esencia que promuevan el libre mercado en su máxima expresión, sin las ataduras de lo regulatorio y lejos de cualquier limitación regida por lo excesivamente moral y ético.
No por nada, las redes sociales de Meta (Facebook e Instagram) se unieron al coro de Elon Musk de eliminar “cualquier asomo de limitación de la libertad de opinión” y acabaron con los esfuerzos de verificación de la información y lucha contra las noticias falsas.
Por la fortuna de mi trabajo me tocó vivir en Estados Unidos la semana pasada la posesión presidencial: llegué a un país con TikTok bloqueado y me voy con uno que me bombardea en esa red con videos muy bien seleccionados con los mensajes del nuevo presidente sobre migración, economía, relaciones internacionales y posturas de género; además de denuncias de miles de estadounidenses que vieron cómo sus cuentas de Facebook e Instagram resultaron siguiendo al perfil oficial de Potus (President Of The United States) sin haberlo pedido.
De otro lado, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que derogó el acuerdo de Biden sobre protección y ética de la inteligencia artificial, el cual ordenaba, entre otros, a las empresas tecnológicas primero mostrar sus avances sobre IA y obtener autorización antes de lanzarlos, para garantizar el cuidado y respeto de los derechos, libertades y protección de datos de los usuarios. Por ahora no se sabe con qué lo va a reemplazar o mejorar. Solo que se derogó por “contener ideas progresistas que bloquean el libre desarrollo de la tecnología”.
Y luego está el tema de criptoactivos, vistos no con buena cara por Trump en su primer mandato pero hoy, al contrario, como una de sus principales iniciativas económicas: hasta cripto propio tiene y ha dicho en Davos que convertirá a los Estados Unidos “en la capital mundial de los criptoactivos”, un hecho que generará un gran cisma en los mercados de capitales y financieros.
La tecnología será, pues, uno de los caballos de batalla de esta era Trump 2.0. ¿Hay alguien en Colombia analizando esto, viendo los escenarios de riesgo y oportunidad para nuestras industrias?
JOSÉ CARLOS GARCÍA R.
Editor Multimedia
@JoseCarlosTecno