El deshielo de glaciares y polos avanza a un ritmo sin precedentes, transformando paisajes y alterando ecosistemas en todo el mundo. Colombia no ha estado exento a esta realidad, con varios de sus nevados hoy día convertidos en montañas desnudas.
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Para hacerse una idea de la velocidad con la que se ha perdido ese manto blanco, el área glaciar del territorio nacional pasó de los 348 kilómetros cuadrados en 1850 a los 36,1 en 2019. La reducción de estas zonas se ha visto impulsada en gran parte por el cambio climático y el impacto del calentamiento global.
Lo anterior ha llevado a que de los 14 picos que contaban con cobertura glaciar, actualmente solo se conserven seis, distribuidos en cuatro volcanes y dos sierras nevadas: volcán Nevado del Ruiz, volcán Nevado Santa Isabel, volcán Nevado del Tolima, volcán Nevado del Huila, la Sierra Nevada de Santa Marta y la Sierra nevada de Cocuy o Güicán.
Para entender mejor el impacto que esta situación ha tenido en la composición geográfica del país, en este recorrido le contamos cuáles fueron los nevados que se extinguieron y el rastro que dejaron a su paso.
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Nevado del Ruiz
Servicio Geológico Colombiano
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Los que dijeron adiós
El primero en decir adiós fue el Puracé. Este monte ubicado en el departamento del Cauca hace parte de la Cordillera Central de los Andes y es el volcán más activo del suroccidente colombiano.
En el pasado, el Puracé contaba con una cobertura glaciar que terminó de desaparecer en 1940, quitándole así su título de nevado.
Luego le siguieron el volcán Galeras y el volcán Sotará, que antes de finalizar la década, en 1948, terminaron de deshelarse. En el caso del Galera, su actividad volcánica y su ubicación no permitieron una acumulación glaciar estable.
En 1950 otros pico tuvo que despedirse de su nieve. Ese año el volcán Chiles, ubicado en Nariño, perdió su última porción de hielo. Una década después se le unió el Cisne, que solía ser una de las montañas cubiertas de nieve en la región, junto con el Nevado del Ruiz, el Santa Isabel y el Tolima.
A comienzos de 1960 también completaron su retroceso glaciar el Quindío y el Pan de Azúcar, los cuales terminaron revistiéndose con ‘roca pelada’. El último gran nevado en desaparecer fue el Cumbal, que para 1985 perdió su superficie nevada.
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Nevado del Ruiz
Jhon Jairo Bonilla
Seguimiento glaciar
La entidad encargada de realizar un monitoreo periódico es el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Este lleva a cabo el seguimiento a través de actividades glaciologicas con el propósito de conocer y entender las variaciones en los nevados Colombianos.
Entre las acciones que pone en marcha se incluyen: mediciones en campo de balance de masa, recoleccion y análisis de variables hidrometeorológicas en los parques nacionales naturales, el cálculo de áreas glaciares por medio de sensores remotos, el cálculo de espesor de hielo, un foto seguimiento y los levantamientos topográficos.
PORTAFOLIO
