Inhaler es una banda de rock originaria de Dublín, Irlanda, formada en 2012 por Elijah Hewson (voz y guitarra), Robert Keating (bajo), Josh Jenkinson (guitarra y teclados) y Ryan McMahon (batería). Con una mezcla de influencias que van desde Joy Division hasta The Strokes, han logrado posicionarse como una de las propuestas más sólidas del nuevo rock alternativo europeo. Su álbum debut It Won’t Always Be Like This (2021), debutó en el número uno en Irlanda y el Reino Unido, éxito que consolidaron con Cuts & Bruises (2023), abriendo giras para artistas como Arctic Monkeys, Harry Styles y Pearl Jam. En febrero de 2025, lanzaron su tercer disco, Open Wide, reafirmando su evolución sonora y su creciente reconocimiento internacional.
LEA TAMBIÉN
¿Qué expectativa tenía sobre la música antes de ser músico? Y ¿fue como lo imaginó?
Antes de unirme a la banda, mis expectativas sobre la música no eran muy grandes. Yo era solo un niño. Escuchaba a Michael Jackson, David Bowie… lo que encontraba por la casa. También escuchaba recopilaciones tipo Now That’s What I Call Music, así que consumía de todo. Cuando era chico, quería ser futbolista. Después quise ser chef. Nunca quise ser músico… hasta que empecé a tocar la guitarra, creo que tenía unos nueve años. Pero sí, la música ha cumplido todas las expectativas. Cuando decidí que me gustaba, nunca pensé que terminaría en una banda, y mucho menos que esa sería la única banda en la que estaría. Soy muy afortunado. Todo va bien.
¿Cómo definiría su música?
Es difícil definirnos. Muchas bandas tienen una fuerza dominante que determina el sonido. En nuestro caso, Eli (hijo de Bono) escribe muchas de las letras y es un compositor muy importante para la banda, pero todos aportamos.
Eso, creo, es algo bastante único. Escribimos juntos desde que éramos niños. A veces parece que somos varias bandas al mismo tiempo, porque cada uno tiene influencias distintas. Intentamos ser democráticos y escucharnos, aunque a veces sí se necesita un líder, y eso puede ser difícil.
Pero, si tengo que definirlo, diría que es una colaboración. Todavía estamos descubriendo nuestro sonido, pero sentimos que nos acercamos más con cada lanzamiento.
LEA TAMBIÉN

Como oyente, tengo la sensación de que ustedes tienen el alma de bandas anteriores. Hay algo en su forma de tocar, cantar y hacer música que me lleva más a los 80 y 90 que a los 2020.
Sí, estoy de acuerdo. Aunque creo que eso está empezando a cambiar. Cuando empezamos, no había muchas bandas populares en Irlanda. Así que, naturalmente, miramos hacia atrás: bandas de los 80 y 90 que nos gustaban escuchar. No teníamos referentes locales haciendo lo mismo. Así que es natural que nuestra banda, y otras también, remitan a esa época.
Pero siento que eso está cambiando. Y aunque ha habido mucho bedroom pop, rap y otros géneros dominando últimamente, siento que el sonido de banda está volviendo. Todo se está nivelando un poco.
LEA TAMBIÉN

¿Cómo se siente tocando en festivales como Estéreo Picnic, donde no todo el público va a verlos específicamente? ¿Es un reto o una motivación?
¡Nos encantan los festivales! Son como vacaciones, pero con el trabajo loco de tocar en vivo. Es un sueño. Sí, hay que ganarse al público. Sabemos que algunos están ahí para ver a Kendrick Lamar o bailar reguetón. Y eso es lo hermoso de los festivales: hay algo para todos. Pero, claro, adaptamos el show; tratamos de ser estratégicos porque sabemos que la atención es limitada y que muchos no nos conocen. Queremos dejar huella.
Hay algo muy genuino en la música que sale de Irlanda: Sinéad O’Connor, The Cranberries, U2… ¿Por qué cree que hay tanta autenticidad?
Es una pregunta muy interesante, sobre todo ahora que hay un foco en Irlanda, tanto en música como en cine. Creo que artistas así siempre han existido en Irlanda, pero ahora es cuando están recibiendo más atención. No sé bien por qué. Tal vez sea el clima (risas). Llueve mucho, no hay mucho sol; quizás eso inspira. También hay una cultura fuerte de emigración. Desde pequeños, se nos hace normal la idea de irse: Australia, América, Europa… quizás eso genera un deseo de buscar algo más grande, algo propio. Puede ser.
LEA TAMBIÉN

Una de las personas que hace parte de la banda sabe muy bien lo que implica estar en una, por su familia. ¿Eso facilita o complica el camino?
Creo que lo hace más difícil, honestamente. En Irlanda tenemos una cultura muy sana: te levantan, pero también te bajan a tierra. Eso es bueno. Campeonamos al que está empezando, pero también recordamos que todos podemos ir al pub y seguir siendo normales. En nuestro caso, nunca pensamos demasiado en el hecho de que Eli es hijo de Bono. Tal vez fue ignorancia o ingenuidad, pero fue lo mejor. Empezamos siendo adolescentes, escribiendo canciones porque era divertido. Nunca lo vimos como algo “serio”, ni nos preguntamos cómo sería percibido. No conocimos a Bono durante mucho tiempo; él estaba ocupado, de gira. Fue todo muy orgánico. Si hubiéramos tenido esa presión desde el principio, probablemente habríamos dejado la banda. Hoy, ya más grandes, entendemos las ventajas y las desventajas, y lo hemos aceptado. Eli ha sido muy abierto con eso. No quiere esconderlo. Su papá es una gran persona, muy generosa.
¿Cuál es el sueño ahora?
No lo sé exactamente. Nuestro sueño cuando salimos del colegio era recorrer Estados Unidos en una van. Y lo hicimos. Teníamos una lista de metas: tocar en el Olympia Theatre (lo hicimos, dos veces), recorrer América (lo hicimos en 2019). Ahora no funcionamos tanto con metas grandes, sino con pequeños logros. Somos muy ambiciosos, lo que es bueno porque nos mantiene con hambre, aunque a veces cuesta celebrar. Mi mamá siempre espera una reacción más entusiasta cuando vuelvo de una gira, y yo solo digo: “Todo bien, pero ahora viene esto otro…”. Deberíamos celebrar más.
Hay gente que dice “quiero un Grammy” o “quiero tocar en el Super Bowl”. ¿Ustedes no tienen eso?
No exactamente. Tal vez por eso no tenemos una meta fija. Siempre estamos pensando en el siguiente paso. Ahora, por ejemplo, el objetivo es tocar en festivales en Sudamérica. Después será la gira en Europa. Así siempre sentimos que estamos logrando algo. Pero bueno… un Grammy no estaría mal. Quizás debería decir Grammy (risas).
¿Aunque nunca soñó con esto en concreto, alguna vez se imaginó que una banda irlandesa tocaría en Colombia?
Para nada. Nunca lo pensamos. Seguramente, en parte se debe a U2, pero también a la pasión de Sudamérica por la música con guitarras. Desde el inicio de la banda, recibíamos mensajes: “Vengan a Brasil, vengan a Colombia, vengan a Argentina”. Nos parecía tan lejano… estamos felices y agradecidos de poder venir.
¿Qué tres palabras usaría para describir a Inhaler para alguien que nunca los ha escuchado?
Uff… qué difícil. Diría… pop and roll.
Pop and roll. Me gusta.
Sí, lo intentamos imponer en un par de entrevistas, pero no pegó mucho (risas). Somos una banda de rock, pero también de pop. Algunos nos llaman indie, pero no nos sentimos muy indie porque estamos con una disquera grande y escribimos canciones más tipo himnos. Así que pop and roll nos parece que encaja bien.
¿Qué tan difícil es estar en una banda en términos de egos? ¿El hecho de que sean amigos de toda la vida ayuda?
Yo creo que toda banda necesita cierto ego. Es parte de lo que hace que la historia sea interesante. Claro, no puede ser algo negativo. En nuestro caso, tenemos personalidades muy distintas: algunos somos mediadores, otros más tranquilos, otros con más ego en el buen sentido. Eso ayuda. Nos conocemos tanto que podemos decirnos las cosas de frente: “¿Qué estás haciendo?”, “Relájate”, “¿Estás bien?”. Y muchas veces, cuando alguien actúa raro, es porque está atravesando otra cosa y no sabe cómo comunicarlo. Lidiamos con eso desde hace tiempo. ¡Todo bien!
ÚRSULA LEVY
Para EL TIEMPO