Esta semana quedaría lista la posesión de Germán Ávila como nuevo ministro de Hacienda, el cuarto desde que Gustavo Petro llegó a la Presidencia de la República, y el llamado del mercado es a que no se ponga en riesgo la estabilidad fiscal del país y que se priorice, como quería hacer Diego Guevara, el recorte del gasto.
En entrevista con Portafolio, Mauricio Cárdenas Santamaría, exministro de Hacienda, aseguró que el perfil del nuevo jefe de esta cartera da la sensación de que apoyará las intenciones de gastar más, en línea con las prioridades de la Casa de Nariño, que en su concepto están enfocadas a asegurar un próximo mandato y no a cuidar las finanzas públicas.
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¿Era momento de cambiar al Minhacienda?
No. Se dio en un momento muy desafortunado, porque el país en esa materia necesita estabilidad, claridad en las reglas de juego y, sobre todo, defensa de la responsabilidad fiscal. Y este cambio muestra que el Presidente optó por una fórmula que le dé más flexibilidad y que sea complaciente con su voluntad, que es lo último que debe hacer un ministro de Hacienda.
¿Qué mensaje se está enviando?
Que el déficit fiscal de Colombia va a subir por encima de lo que se había anunciado en su momento. El ministro Guevara trató de enfrentar una situación fiscal difícil con un recorte que, evidentemente, fue la manzana de la discordia con el presidente Petro.
El Presidente no quiere que le hablen de recortes, no quiere que le hablen de control al gasto y considera que el déficit fiscal es un mal menor en comparación con su objetivo de ganar las elecciones a punta de gasto público.
Germán Ávila Plazas
Cortesía
¿Eso le va a salir bien?
No, porque la situación económica de Colombia se va a deteriorar. Un déficit fiscal como el que se podría llegar a dar si no se hacen los correctivos, si no se hacen los recortes, pone a Colombia en una posición muy vulnerable frente a los mercados financieros internacionales.
Eso se traduce en que hay más presiones al alza del dólar y esas presiones al alza del dólar generan inflación en Colombia y por ende el Banco de la República no puede bajar las tasas de interés al ritmo que sería deseable.
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Se le vendría en contra…
Va a terminar debilitando la economía y al suceder, lo que hace el Presidente es generar unas condiciones en las que en el 2026, con una economía débil, va a ser mucho más fácil para la oposición derrotar al Gobierno. Se autoflagela el Presidente con esta decisión.
Piensa que logra algo pero al final lo que está haciendo es totalmente contraproducente incluso para los propios objetivos y propósitos que tiene. Es malo, es contraproducente para la economía colombiana, eso sobra decirlo, pero es contraproducente para la propia estrategia del Presidente de la República.

Mauricio Cárdenas, profesor Universidad de Columbia y exministro de Hacienda.
Cortesía – A.P.I.
¿Hay riesgos con las calificadoras?
Sin duda, porque si el escenario fiscal que se configura para este año muestra un deterioro frente a lo que estaba previsto, pues naturalmente esa es una información muy relevante para las calificadoras.
El presidente Petro, en un acto desesperado por tratar de ganar favorabilidad y por tratar de tener influencia sobre las elecciones del 2026, está cometiendo un acto de irresponsabilidad fiscal que al mismo tiempo le va a costar no solo a él electoralmente sino al país a futuro.
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¿Seguirá siendo prioridad gastar menos con el nuevo Minhacienda?
Eso no va a ocurrir, porque si ese fuera el escenario habría tenido que dejar a Diego Guevara. Entonces, lo que habría hecho Diego Guevara si lo hubieran dejado es un recorte al gasto público para tratar de mantener el déficit fiscal relativamente controlado. De entrada sabemos que el déficit fiscal iba a ser muy alto, mucho más alto de lo deseable, pero lo que había hecho Diego Guevara es contener un daño mayor.
Lo cambiaron precisamente para poder soltar las amarras del gasto público. Guevara dijo no y por eso lo sacaron, pues naturalmente el nuevo ministro de Hacienda va a decir sí a lo que su antecesor se opuso.

Presidente Gustavo Petro
Sergio Acero Yate / El Tiempo.
¿Por qué no se debe cambiar tanto al Minhacienda?
Quitar y poner ministros de Hacienda es algo que no se ha dado en la economía colombiana. Históricamente. Los ministros de Hacienda generalmente son personas que no están en los movimientos regulares, permanentes y periódicos de los gabinetes. O sea, no se consideran una llanta de repuesto.
Son parte central del andamiaje y por lo tanto no entran ni salen al capricho de los presidentes dependiendo de con qué pie se levantaron. Con el presidente Petro estamos viendo eso, que él considera que el ministro de Hacienda es una figura que no tiene ningún problema de estar quitando y poniendo en función de sus gustos y preferencias. La figura del Ministerio de Hacienda bajo el presidente Petro pues ha sufrido muchísimo.
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¿Cuál debe ser la prioridad de esta cartera?
Pues si tuviera la responsabilidad, su agenda tendría que ser reducir el déficit fiscal frente al que se tuvo el año pasado y controlar el gasto público. Pero el mandato que le va a dar el Presidente al nuevo ministro de Hacienda es que haga todo lo necesario para ganar las elecciones del 2026 a punta de populismo fiscal.
Es claro que esa va a ser la instrucción que le va a dar el presidente Petro al nuevo ministro de Hacienda. Convertirse ya no en un estandarte de la responsabilidad fiscal, sino en el promotor del populismo fiscal.
¿Hay que vigilar el gasto?
Con esta decisión de hoy el presidente Petro lo que le está diciendo al país es que su objetivo único, exclusivo, dominante, en este momento, es ganar las elecciones de 2026 y que va a hacer todo lo que considere necesario. No va a tener frenos, no va a tener límites.
Ya vimos que puso en juego la estabilidad fiscal pero podrá poner en juego la seguridad del país, podrá poner en juego la cohesión del país, las relaciones internacionales, es decir, que no tiene freno, que el objetivo de ganar las elecciones es realmente lo único que lo guía y no va a tener en cuenta ninguna otra consideración.