La postura de Israel acerca del significado que tiene el derrocamiento del presidente sirio Bashar al Asad tras 24 años en el poder es un claro ejemplo de la compleja realidad de Oriente Medio, en la que muchas situaciones tienen luces y sombras.
Si bien es indudable que Israel celebra su caída por el significado positivo que tiene para su situación geoestratégica, al mismo tiempo, es plenamente consciente de los peligros que acechan ante un vecino con nuevos e inciertos dirigentes.
Por eso, el país hebreo aceleró la toma de medidas de seguridad con miras a contrarrestar eventuales amenazas que, si bien no puede asegurar que estén en camino, sabe que son potenciales.
Celebraciones tras la caída de Bashar al Asad en Siria Foto:EFE
Esa es la justificación para que, por primera vez en más de 50 años, las Fuerzas de Defensa de Israel tomaran posiciones armadas dentro de la zona desmilitarizada en territorio sirio, más específicamente en el contiguo a parte del norte de Israel, determinado en los Acuerdos de Separación de Fuerzas de 1974 firmados tras la guerra de octubre de 1973, en la que hubo cruentos enfrentamientos entre Israel y Siria, y que, según lo pactado, no deben entrar tropas armadas de ninguno de los dos países.
Habrá que estar muy atentos, pero pienso que las oportunidades que crea la caída de Bashar al Asad son mayores que los riesgos, ya que al desmoronarse el gran aliado de Irán por cuyo territorio pasaban las armas a Hezbolá, el cambio es de importancia estratégica
Pero, según explicó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la situación creada con la caída de Al Asad equivale al “desmoronamiento del acuerdo”. No obstante, Israel ha dejado en claro que cuando el nuevo régimen en Siria se comprometa inequívocamente a respetar el acuerdo de 1974, el ejército se retirará de las posiciones tomadas.
Cientos de personas intentan regresar a Siria tras la caída de Al Asad Foto:EFE
¿Cuáles peligros ve Israel de la caída de Bashar en Siria?
Por un lado, el Israel oficial y los más destacados analistas, recalcan la importancia de la caída de Siria de Al Asad en el contexto de un enorme debilitamiento del eje chiíta creado por Irán, en el que Damasco era una pieza central.
Y es que fue precisamente a través de territorio sirio que Irán transfirió durante muchos años armas de todo tipo a la organización terrorista Hezbolá, declarado enemigo de Israel.
Por otro lado, hay dos riesgos centrales. Uno, inmediato, y es el caos, dado que los insurgentes que derribaron a Al Asad no constituyen una coalición ordenada que está claro cómo va a gobernar, y tienen muchos desafíos internos en Siria con los que lidiar.
Yo veo claramente los peligros, porque no creo que los yihadistas ahora sean moderados
¿Qué pasa en Siria y por qué cayó el régimen de Bashar? Foto:
Además -y éste sería el peligro principal- entre los insurgentes hay grupos claramente yihadistas que, así como el grupo chiíta Hezbolá, son antiisraelíes.
De hecho, este lunes circuló un video filmado por miembros armados de uno de los grupos anti Bashar al Asad frente a una mezquita en Damasco con un discurso, no solamente propio de fundamentalistas islámicos, sino también con consignas que llamaban a “liberar Jerusalén y Gaza”, en un evidente mensaje contra Israel.
Y si bien Abu Mohamed al Jolani, nombre de guerra del líder de la organización islamista suní Hayat Tahrir al Sham (HTS) que se hizo al poder en Siria, habla hace ya tiempo en tono moderado y pragmático, años atrás fue miembro de Isis y Al Qaeda, y si bien se separó de ambos sucesivamente, nadie tiene claro si ahora recurre a tácticas de relaciones públicas o si realmente cambió.
Simpatizantes y miembros de la comunidad siria ondean la bandera de la oposición siria. Foto:AFP
“Yo veo claramente los peligros, porque no creo que los yihadistas ahora sean moderados”, dice a EL TIEMPO el teniente coronel en la reserva israelí Eyal Dror, reclutado desde el comienzo de la guerra y quien sirve precisamente en una base pegada a la frontera con Siria.
“Habrá que estar muy atentos, pero pienso que las oportunidades que crea la caída de Bashar al Asad son mayores que los riesgos, ya que al desmoronarse el gran aliado de Irán por cuyo territorio pasaban las armas a Hezbolá, el cambio es de importancia estratégica”, puntualiza Dror.
Vehículos del ejército de Israel en la zona limítrofe con Siria. Foto:AFP
Según publicó Doron Kadosh, cronista militar de la emisora Galéi Tzahal, Israel se impone limitaciones en cuanto al control que tomó de territorio sirio, para preservar su legitimidad en cuanto a su propia defensa, sin excederse. Pero, al mismo tiempo, es clara la postura recalcando que mientras no haya del lado sirio un elemento ordenado y responsable que haga cumplir el acuerdo de 1974, éste no existe.
Uno de los puntos clave en lo hecho ya por Israel, fue tomar control del lado sirio del monte Hermon, que por la topografía da enorme ventaja a quien lo tenga en su poder.
Habría sido mejor si cuando Netanyahu habló el tema hubiera aclarado explícitamente que Israel no tiene ninguna ambición territorial respecto a Siria
A eso se suma las medidas tomadas por Israel desde que se confirmó la caída de Al Asad y que, según la orden del ministro de Defensa a la Fuerza Aérea, se concentra en destruir todas las bases y depósitos de armas del régimen siria, a fin de garantizar que quien venga después, no tenga en sus manos armas avanzadas con las que pueda amenazar directamente la seguridad de Israel, entre ellas armas químicas.
El líder del Organismo de Liberación del Levante, Abu Mohamed al Jolani. Foto:EFE
El General (retirado) Giora Eiland, ex director del Consejo de Seguridad Nacional y otrora miembro del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, sostiene que las medidas tomadas “tienen una clara explicación militar”. “Habría sido mejor si cuando Netanyahu habló el tema hubiera aclarado explícitamente que Israel no tiene ninguna ambición territorial respecto a Siria”.
Eiland recalca que la toma de medidas inmediatas para garantizar que Israel no se vea sorprendido, era imprescindible. “Después de la masacre del 7 de octubre del año pasado en el sur, no podemos permitirnos bajo ningún concepto vernos sorprendidos por nadie”, puntualizó.
JANA BERIS – Corresponsal de EL TIEMPO – Israel