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En el año 1836, los colonos angloamericanos se unieron a los ciudadanos texanos para derrotar finalmente al ejército mexicano, con lo que Texas proclamó su independencia como nación adoptando una nueva bandera. Durante sus nueve años de independencia antes de la anexión a Estados Unidos, Texas tuvo tres banderas distintas, y fue la última la que se mantiene hasta hoy en día como representación oficial.
Con la adopción de la bandera de tres colores y una estrella, la región fue apodada como “el Estado de la Estrella Solitaria”, y actualmente mantiene ese apodo para rendirle homenaje a aquella nación que supo librarse del yugo mexicano. “Texas fue una república independiente durante diez años antes de aceptar la anexión a los Estados Unidos, y la bandera refleja el orgullo y el espíritu de lucha que todavía es parte del estilo de vida de Texas“, señala el sitio web oficial del gobierno texano.
La bandera de Texas con la estrella solitaria
La bandera que hoy en día representa al estado de Texas fue básicamente la misma desde su instalación durante su período de independencia, pero en el año 1933 la Ley de la Bandera de Texas codificó y estandarizó el diseño y los colores de la bandera.
En ese sentido, el sitio web del gobierno de Texas indica que los colores “rojo sangre, azul celeste y blanco” representaran valentía, lealtad y pureza. Una ley posterior, sancionada en 1993, definió aún más los colores y estableció que el rojo y azul debían ser los mismos que los de la bandera de Estados Unidos: “Old Glory Red” (Antigua gloria roja, en español) y “Old Glory Blue” (Antigua gloria azul, en español).