Esta semana arrancó con una noticia inesperada para el país con la renuncia de Diego Guevara al cargo, en medio de fuertes diferencias con el presidente Gustavo Petro, quien no estuvo de acuerdo con que el ahora saliente ministro de Hacienda, hablara en público de la necesidad de hacer nuevos recortes al gasto público.
Esta noticia cayó como un baldado de agua fría para los mercados, quienes habían encontrado en Guevara Camacho, como pasó en su momento con José Antonio Ocampo, una prenda de garantía respecto al manejo que se le está dando a las cuentas de la Nación, en medio de una de las crisis fiscales más fuertes de la historia reciente, generada por un aumento del gasto creciente y una caída en los ingresos.
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Así las cosas, en este momento le preocupa a los expertos que esta renuncia haya estado motivada por acciones como negarse a tomar decisiones presupuestales por decreto, insistiendo en que el Congreso debía manejar esas adiciones y el desacuerdo con los pagos a empresas de energía para saldar subsidios que mostró el presidente Petro. Esto sin contar con los llamados de Hacienda a dejar de gastar tanto.
Un mal mensaje
Para el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, con esto se está diciendo desde el Gobierno que el déficit fiscal no importa, porque su prioridad es ganar las elecciones del 2026 y poder tener un “presidente amigo” de Gustavo Petro durante los cuatro años siguientes a su mandato.
“Eso no le va a funcionar, porque el mayor gasto no le va a dar popularidad al presidente Petro, el mayor gasto, el mayor déficit fiscal va a significar que sube el dólar, que sube la tasa de interés y que la economía colombiana entra en una situación de debilidad. El presidente se equivoca, debió mantener al ministro Guevara”, acotó.
Diego Guevara ministro de Hacienda
EL TIEMPO
Para este economista “se equivoca el presidente Petro porque está pensando acaloradamente en el desespero, la convocada a las marchas, cambiar al ministro de Hacienda, vienen meses muy difíciles para Colombia. Nosotros tenemos que traer otra vez la sensatez, que prime en Colombia la sensatez, no el acaloramiento de Gustavo Petro”.
Muy parecido piensa Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, quien agregó el dato de que con la salida de Diego Guevara, el Ministerio de Hacienda habrá tenido al menos cuatro ministros en este gobierno, “lo cual no es bueno, máxime cuando desde hace seis décadas no se veía una rotación tan alta: en el gobierno de Guillermo León Valencia (1962-1966), hubo cinco ministros de Hacienda en propiedad”.
En este sentido, puso sobre la mesa que la prioridad de la próximos cabeza de Hacienda será “sin lugar a dudas hacer un recorte presupuestal sustancial, de $28 billones de pesos, para garantizar el cumplimiento de la regla fiscal”.
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Tres prioridades
Portafolio también habló con Camilo Pérez, jefe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, quien recordó que en este momento el gobierno enfrenta dificultades para aumentar ingresos por la baja viabilidad de una nueva reforma tributaria, lo cual en su concepto no es menor, dado que las calificadoras de riesgo están atentas a la sostenibilidad fiscal y podrían tomar decisiones negativas si no se toman acciones concretas.
“Para el nuevo ministro o el anterior ministro, el desafío es clarísimo, corregir el rumbo de las finanzas públicas. Yo creo que ya el debate, como hemos venido diciendo, sobre si se cumplió la reforma, la regla fiscal o no, claramente ha perdido toda validez y lo que debemos enfocarnos ahorita es en la sostenibilidad de las finanzas públicas. Yo creo que las calificadoras han sido muy claras en ese punto”, sostuvo.

Recesión económica
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Dicho esto, reconoce que aunque es más fácil decirlo que hacerlo, se debe dar prioridad cuanto antes a un plan que se enfoque en aumentar los ingresos, pero gastando menos, para de esta forma recuperar los niveles de confianza que se tenían antes de la pandemia.
“Nuestra impresión del cambio de ministro es negativa, en el sentido que los nombramientos más recientes del Gobierno cada vez están más del lado político y menos técnico y esto en el Ministerio de Hacienda puede ser muy costoso para la economía colombiana”, acotó.
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Por su parte, José Ignacio López, presidente de Anif, manifestó que son muchos los retos del próximo Ministro de Hacienda, pero le recomendó centrarse en dos cosas principalmente, comenzando por una reducción significativa del déficit fiscal que vaya más allá de aplazamientos y se hable de recortes efectivos.
“Hay que encontrar recursos para no comprometer la estabilidad financiera ni del sector salud, ni del sector energético, ni del sector de infraestructura, y al mismo tiempo lograr llegar a esas metas de déficit fiscal planteadas en el marco fiscal que hoy en día se ven muy muy retadoras y que requieren una ingeniería financiera precisa para recortar gasto”, indicó.
Para este analista también es importante “mandar mensajes de confianza para que los mercados financieros no le cobren al gobierno unas tasas de interés más altas y para que la misma economía siga en un proceso de recuperación, de reactivación y el recaudo pues vuelva a estar en terreno positivo en materia de crecimiento”.

Pesos colombianos
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Un perfil idóneo
Por último, Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana, señaló que la persona que llegue al cargo, debe tener conocimiento y experiencia en política fiscal, en administración de la tributación y en gestión del presupuesto público.
“Dada la crisis fiscal que estamos viviendo y que podrían agravarse en los próximos meses contar con esa experiencia y conocimientos así como en habilidades de negociación me parece que es esencial. También hay un aspecto muy importante que deben tener los ministros de Hacienda más aún en circunstancias como las actuales y es poder político, que no es otra cosa que la capacidad de tomar decisiones impopulares, tanto frente a la ciudadanía como frente a los diferentes sectores del Gobierno”, explicó.
Si bien uno de los primeros nombres que suena como reemplazo de Diego Guevara, es Germán Ávila, actual presidente del Grupo Bicentenario, el holding estatal que agrupa las entidades financieras del Gobierno, a quien Petro recurriría por su cercanía y confianza, el llamado del mercado es a que no se politice una autoridad tan importante como el Ministerio de Hacienda y se respete la estabilidad fiscal del país.