En un entorno donde la digitalización y las nuevas formas de pago están cambiando la manera en que los consumidores realizan transacciones, las tarjetas de crédito enfrentan el desafío de mantenerse vigentes que han llevado a que muchas personas se cuestionen si este medio de pago está cerca de vivir el mismo destino que otros productos como las libretas bancarias o los cheques.
Sin embargo, pese al crecimiento de opciones como los pagos en tiempo real y las billeteras digitales, desde Galileo Financial Technologies aseguran que el supuesto declive de las tarjetas de crédito en Latinoamérica es un mito y que el “dinero plástico” todavía tiene mucho tiempo dentro del mercado financiero.
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Así se cuenta en un análisis reciente de esta firma tecnológica que advierte que aunque la participación de mercado de las tarjetas ha disminuido, el volumen de transacciones sigue en aumento y de acuerdo con datos de PCMI (Payments and Commerce Market Intelligence), actualmente las tarjetas de crédito son el método de pago más común en el comercio electrónico de la región, con una cuota del 42%.
De igual forma explican que si bien esto representa una baja en comparación con años anteriores, el uso absoluto de estas tarjetas continúa incrementándose a medida que el acceso a servicios financieros digitales se expande en toda América Latina, generando una realidad de la que Colombia no es ajena.
Tarjeta de crédito
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Un crecimiento silencioso
El informe de Galileo subraya que la disminución proporcional de las tarjetas de crédito en el comercio electrónico oculta el aumento absoluto de su uso y que esto se debe a que el volumen total de transacciones electrónicas ha crecido, impulsado principalmente por el acceso masivo a internet y el uso extendido de teléfonos inteligentes.
“En 2024 se emitieron un promedio de 209.000 tarjetas de crédito mensuales en Colombia, y 14 millones de colombianos utilizan actualmente una tarjeta de crédito como método de pago, lo que representa aproximadamente el 27% de la población. En cuanto a los emisores de tarjetas, MasterCard representa el 47% del total, seguida de Visa con el 41% y American Express con el 4%”, informaron.
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También reseñaron que entre 2012 y 2022, la penetración de internet en Latinoamérica pasó del 43% al 78%, mientras que el acceso a smartphones y cuentas bancarias ronda el 80%; dejando claro que todavía tienen mucho por dar.
Según Abdul Assal, director de Desarrollo de Negocios de Galileo Financial Technologies en Brasil y Colombia, la clave para entender esta aparente paradoja radica en que el “pastel de los pagos electrónicos se ha hecho más grande”, lo que permite que tanto las tarjetas de crédito como los sistemas de pago instantáneo crezcan simultáneamente.

Finanzas.
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“El hecho de que nuevas opciones como Pix (Brasil), SPEI (México) o Bre-B (Colombia) estén ganando terreno no significa que las tarjetas de crédito estén perdiendo relevancia. Al contrario, siguen ofreciendo beneficios únicos que otros métodos no pueden igualar, como protección contra el fraude, programas de fidelización y el reconocimiento de marca”, destacó Assal.
Ventajas vigentes
A pesar del auge de los pagos en tiempo real, las tarjetas de crédito mantienen características que las hacen atractivas para los consumidores, entre las que Galileo resalta que los pagos con tarjeta no solo son seguros, sino que también ofrecen información granular que permite a los emisores personalizar ofertas y promociones según el comportamiento del usuario.
“Mientras que los sistemas de pago instantáneo brindan comisiones más bajas y transferencias rápidas, los datos de consumo suelen quedarse en las plataformas, lo que limita a los bancos y comercios en el análisis del perfil del cliente. Por el contrario, las tarjetas de crédito proporcionan información que permite desarrollar estrategias de fidelización más efectivas, ajustadas a los objetivos financieros de cada consumidor”, dijo.
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Dicho esto, también mencionaron un informe de Payments Industry Intelligence que refuerza la postura de Galileo al señalar que, aunque se prevé que la cuota de mercado de las tarjetas de crédito caiga del 43% al 35% entre 2024 y 2027, el volumen del mercado pasará de $269.000 millones a $365.000 millones en el mismo período.
Así las cosas, cerraron diciendo que lejos de enfrentar un declive, las tarjetas de crédito demuestran su capacidad de adaptación en un entorno cambiante, mientras que los consumidores siguen valorando su seguridad, aceptación global y el acceso a programas que fomentan el compromiso y, a pesar de los cambios en los hábitos financieros, el futuro de las tarjetas de crédito en Colombia y Latinoamérica parece estar más asegurado de lo que muchos creen.