El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el martes la captura de siete “mercenarios”, incluidos dos ciudadanos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos.
Estas nuevas denuncias de planes para provocar violencia, habituales en el gobierno venezolano, anteceden a la investidura de Maduro, el viernes 10 de enero, para un tercer mandato seguido de seis años (2025-2031), entre denuncias de fraude de su reelección.
“Solamente el día de hoy hemos capturado, a esta hora, siete mercenarios extranjeros, incluyendo a dos importantes mercenarios de Estados Unidos”, dijo Maduro en un acto político. “Venían a desarrollar acciones terroristas contra la paz”.
“Dos sicarios colombianos capturados“, añadió Maduro, “y tres mercenarios que venían de la guerra de Ucrania a traer violencia al país”.
El gobierno anunció la víspera la captura de otras 125 personas. “Los operativos continúan”, advirtió. “Tenemos que estar pendientes y preparados”.
La oposición convocó a protestas para el jueves 9 de enero, que estarán encabezadas por la líder en la clandestinidad María Corina Machado.
Las autoridades venezolanas desplegaron un fuerte operativo de seguridad, con policías encapuchados en los accesos de Caracas y los alrededores del palacio de gobierno y el Parlamento. Estaciones del metro de Caracas son custodiadas por agentes armados.
La reelección de Maduro desató protestas que se saldaron con 28 muertos, 200 heridos y más de 2.400 detenidos, incluidos adolescentes, que también fueron acusados de terrorismo y encerrados en prisiones de máxima seguridad. Unos 1.500 han sido excarcelados.