El 10 de enero de 2025, el mundo verá la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela o la llegada a Caracas de Edmundo González Urrutia para consumar su victoria del pasado 28 de julio.
Si bien, el escenario de Maduro asumiendo para un nuevo periodo de seis años es el más probable y realista, al parecer, la oposición tiene alguna especie de estrategia que incluiría a la comunidad internacional.
“Con miedo no se va a la guerra. Por alguna vía voy a viajar a Venezuela para juramentarme el 10 de enero” dijo González Urrutia este martes durante un evento organizado en Madrid en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos.
No está claro cómo lo hará, sobre todo cuando salió del país por medio de un salvoconducto otorgado por el Gobierno de Maduro en la embajada de España en Caracas, donde se encontraba González se encontraba refugiado para luego exiliarse en ese país.
Eso es lo habitual en los gobiernos de facto y por eso también es habitual que éstos terminen abandonando el poder a través de situaciones relativamente inesperadas o poco convencionales.
Edmundo gonzálezOpositor venezolano
“Maduro, te queda un mes”
Este martes en varias ciudades de Venezuela amanecieron graffitis con el mensaje “Maduro te queda un mes”. Ante la represión, esta nueva forma de protesta clandestina busca evitar nuevas detenciones, pues aún quedan 1.905 presos políticos, entre ellos, menores de edad.
Según González, en los últimos 10 años se han registrado más de 16.000 detenciones arbirarias en Venezuela y por eso es “urgente” que Maduro deje el poder.
“Un gobierno que incurre en este tipo de violaciones y crímenes no es ni democrático ni popular. Por eso los venezolanos han decidido movilizarse masivamente para sustituirlo, expresando su voluntad soberana a través de las elecciones del pasado 28 de julio. El resultado de dichas elecciones constituye un mandato que debe ser acatado”. afirmó
El opositor también llamó a la máxima presión democrática y diplomática para concretar la transición, debido a que no hay disposición por parte de Maduro ni para reconocer que perdió las elecciones ni para acordar la transferencia de poder. “Eso es lo habitual en los gobiernos de facto y por eso también es habitual que éstos terminen abandonando el poder a través de situaciones relativamente inesperadas o poco convencionales”.
Sobre esas vías poco convencionales no hubo mayor desarrollo por parte de González, insistiendo que el 10 de enero estará en Caracas.
La última vez que un opositor desafió al Gobierno de Maduro en una forma similar, al entrar en territorio venezolano aún con riesgo de detención fue Juan Guaidó en 2019, quien luego de una gira mundial sumando apoyos para Venezuela, llegó por el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, el principal del país.
En ese momento varias delegaciones diplomáticas en Caracas, encabezadas por Francia y Alemania, aguardaron a Guaidó en el aeropuerto, en el que al salir el opositor del punto migratorio, se formó una pelea con grupos chavistas que fueron enviados por el régimen.
Esa llegada terminó con Guaidó herido, casi sin ropa y al menos ocho periodistas con golpes graves, algunos hasta terminaron en la clínica con collarín. Los grupos chavistas tenían piedras, puños y hasta navajas.
“El 10 de enero quien está contra la pared es Maduro”
En este encuentro en Madrid, María Corina Machado participó de manera telemática, debido a que está en la clandestinidad en Venezuela. Afirmó que se enfrenta a un “régimen en fase terminal” que en esa condición es “peligroso y brutal” y que da muestras de “desesperación”.
Para la opositora, quien en un eventual nuevo Gobierno liderado por Edmundo asumiría la vicepresidencia de la República, según informó el opositor, aseguró que “el 10 de enero, quien está contra la pared es Maduro”.
“El régimen está profundamente dividido y fracturado (…) o acepta los términos de una negociación y Edmundo González se juramenta y ganamos todos, incluyendo el propio régimen (…) o sigue a sangre y fuego para prolongar la tiranía”, insistió Machado.
Expectativa versus realidad con el nuevo presidente de Venezuela
Los venezolanos no han pasado la página sobre las elecciones del 28 de julio. Con esperanza aún esperan la salida del régimen de Maduro.
Pero, la realidad es que lo ven poco probable o al menos no ven señales claras de cómo eso puede pasar, especialmente, por la represión y la lealtad de la Fuerza Armada al mandatario, quien es investigado por crímenes de lesa humanidad.
“Queremos que acabe esta pesadilla, pero no sabemos cómo hacerlo porque estamos solos, no hay nadie de nuestro lado”, dice a este diario una maestra jubilada, quien con sus hijos fuera del país, espera el 10 de enero para decidir si irse con ellos.
La cautela está presente en los comentarios, casi nadie habla de política para evitar ser detenido, pero si se da la oportunidad, todos insisten en que Maduro debe irse.
ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN – CORRESPONSAL EL TIEMPO – CARACAS