En 1983, Don Henley —el ex vocalista y baterista de The Eagles— iba conduciendo por una autopista de Los Ángeles, escuchando una cinta de trabajo de una canción para su segundo álbum como solista.
Mientras luchaba por hallar la letra para una sección, notó un Cadillac Seville dorado con una calcomanía de Grateful Dead.
Esa imagen fue a parar a la canción “The Boys of Summer”:
Hoy en la carretera
Vi una calcomanía de los Deadhead en un Cadillac
Una pequeña voz dentro de mi cabeza dijo
“No mires atrás, nunca puedes mirar atrás”
“Fue una extraña yuxtaposición, ver una calcomanía de los Deadhead (como se les llama a los fans de Grateful Dead) en un auto que se asocia con el conservadurismo”, recordó Henley. “Para mí, era un símbolo de tiempos cambiantes”.
Henley dista mucho de ser el único rockero icónico de los 70 que se topó con una escena musical transformada en los 80, impulsada por sencillos pop y rebosante de sonidos electrónicos.
Los sintetizadores, las cajas de ritmos y los videos musicales estilizados y llamativos estaban de moda.
El reto era claro: adaptarse o quedarse atrás.
Muchos se adaptaron. Y aquellos que lo hicieron bien a menudo vieron renacer sus carreras.
ZZ Top, Genesis, David Bowie, Yes, Stevie Nicks, Van Halen, Bruce Springsteen y otros infundieron nueva tecnología a sus canciones y adoptaron el potencial dramático propio de los videos musicales.
Para “Building the Perfect Beast”, el álbum de 1984 que incluía “The Boys of Summer”, Henley y sus colaboradores utilizaron una caja de ritmos Linn y el E-mu Emulator, uno de los primeros sintetizadores de sampleo de sonidos que funcionaba con disquetes de computadora.
Durante la mayor parte de los 70, ZZ Top había sido el epítome de un divertido grupo de blues-rock de Texas, con ritmos pegajosos liderados por el guitarrista virtuoso Billy Gibbons que le valieron al trío una sólida posición en la radio de rock, pero que, al mismo tiempo, les dio mínimo acceso al público del pop en general.
Eso cambió drásticamente con su álbum de 1983 “Eliminator”, cuyos éxitos incluían cajas de ritmos —como en “Gimme All Your Lovin’”— y sintetizadores pulsantes, que compiten con la guitarra de Gibbons al inicio de “Legs”.
Los sintetizadores y las cajas de ritmos podían ayudar a generar un éxito pop, pero MTV fue aún más esencial. El nuevo canal, que inició transmisiones en 1981, obligó a todo grupo a presentar una identidad visual definida y competir con las estrellas más nuevas de la época.
Henley dio en el blanco con el video en blanco y negro de “The Boys of Summer”, dirigido por Jean-Baptiste Mondino en un guiño semisurrealista a la Nueva Ola francesa; Henley canta sin sonreír en la parte trasera de un camión, con el viento soplando por su pelo. Ganó el premio al video del año en los MTV Video Music Awards de 1985.
“Siempre es un acto de equilibrio, ¿no es así?”, declaró Henley.
“Quieres vender discos, quieres ser comercial y, al mismo tiempo, quieres ser artístico. A veces es un matrimonio incómodo”, agregó.