Aunque los agentes no lograron localizar el vehículo de inmediato, posteriormente encontraron el automóvil estacionado en un 7-Eleven local, donde también detuvieron a Jordan Alexander Sweetman, un hombre de 19 años residente en Arlington, Virginia.
Las autoridades determinaron que el individuo no tenía licencia de conducir, no era el propietario del vehículo y mostraba signos de problemas de salud mental. Los agentes también observaron que el vehículo probablemente era robado, pues presentaba daños característicos de un hurto.
Al día siguiente, las autoridades obtuvieron una orden de allanamiento para registrar el vehículo. Fue en ese momento cuando encontraron varios artefactos explosivos caseros dentro del automóvil.
Ante el riesgo que representaban, los agentes suspendieron la búsqueda y pidieron el apoyo de expertos en explosivos. Los especialistas en desactivación de bombas llegaron al lugar, retiraron los artefactos y procedieron a detonar algunos de manera controlada en un parque cercano, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Warren.
Vínculos entre varios casos de explosivos caseros en Estados Unidos
Sweetman, quien fue llevado a un hospital local por motivos de salud, fue detenido después de recibir el alta médica y trasladado a la cárcel regional de RSW, donde permanece bajo custodia sin derecho a fianza. En su contra se formularon varios cargos graves, entre ellos, la fabricación y posesión de artefactos explosivos, además de otros relacionados con el hurto del vehículo y la tenencia de un automóvil robado.
Este incidente no es aislado, ya que en los últimos días se produjeron otros hechos relacionados con explosivos. El 1 de enero de 2025, el medio informativo Los Ángeles Times reportó la detención de un hombre identificado como Brad Spafford, de 36 años, tras el descubrimiento de uno de los mayores arsenales de explosivos caseros en la historia del FBI.
Las autoridades encontraron más de 150 dispositivos explosivos y materiales para fabricarlos en su residencia, ubicada al noroeste de Norfolk, Virginia. Spafford fue acusado de posesión ilegal de armas y enfrenta cargos adicionales por los explosivos, aunque aún no se presentaron pruebas definitivas de que su intención fuera llevar a cabo actos violentos.