Mantener la fe y la confianza “porque es una campaña muy larga y muy dura”. Ese es el llamado del opositor venezolano Edmundo González tras desafiar a Nicolás Maduro y prometer juramentarse como presidente de Venezuela el 10 de enero.
La promesa la reiteró en el inicio de una corta gira por varios países de América que tuvo como primera parada Argentina y Uruguay.
En Caracas, el chavismo ha preferido no mostrar “interés” ante las visitas del opositor y el apoyo recibido por miles de venezolanos migrantes que lo ovacionaron al finalizar sus encuentros con el presidente Javier Milei en Buenos Aires y Luis Lacalle Pou en Uruguay.
El gobierno de Maduro solo ha reiterado que de pisar suelo venezolano, González será encarcelado. Pero además, si alguien logra capturarlo y entregarlo a las autoridades, será recompensado con 100.000 dólares.
“Solicitaremos, en caso de que toque el territorio, el arresto por violación de la ley Simón Bolívar, por usurpación de funciones y traición a la patria”, dijo ayer Jorge Rodríguez, mientras era designado nuevamente por quinto año consecutivo como presidente de la Asamblea Nacional, el Parlamento de mayoría chavista.
Venezolanos en Uruguay Foto:AFP
Rodríguez es un férreo aliado de Maduro que ha liderado los procesos de diálogo con la oposición y con Estados Unidos, además de articular “la victoria” de Maduro el pasado 28 de julio en las elecciones presidenciales.
Rodríguez también reiteró ayer que él mismo recibirá a Maduro en el Parlamento para juramentarlo como presidente el próximo 10 de enero.
De cara a ese día y ante un posible ingreso de González o cualquier acción de la opositora María Corina Machado, quien llamó a una gran protesta para el 9 de enero, la capital venezolana se encuentra custodiada por efectivos de seguridad e inteligencia.
La cara de González en afiches que ofrecen 100.000 dólares por su captura, también está en puntos estratégicos de la ciudad.
“No pierdan la fe, porque esto es una campaña muy larga, muy dura, que hemos venido desarrollando desde hace ya un buen tiempo y que estamos a punto de culminar”, dijo el opositor en Uruguay frente a cientos de migrantes venezolanos.
Sin embargo, insiste en que se juramentará y descarta que sea en el exilio. “No puedo adelantar nada porque las circunstancias hoy en día son muy complicadas”, dijo en Argentina ante las preguntas de los periodistas.
Cautela internacional
Las siguientes paradas de González serán Estados Unidos –en la que se espera una reunión con Joe Biden y está por definirse una con Donald Trump–, Panamá y la República Dominicana.
El presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela, Jorge Rodríguez. Foto:EFE
Los expresidentes que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo Idea) aseguraron que acompañarán a González el 8 de enero en Panamá, pero no se sabe si intentarán ingresar con él a Venezuela.
“Hay otra serie de indignos, de perdedores (…), han dicho, que se vienen a Venezuela (…), solicitaré que sean declarados personas no gratas esa cuerda de traidores, de insolentes”, advirtió ayer Rodríguez.
Argentina ha sido uno de los países más enfáticos en cuanto a apoyar al opositor. El país reiteró en un comunicado que trabajará por restaurar la democracia en Venezuela porque “no será cómplice del silencio frente a las injusticias y los atropellos del régimen de Maduro”.
Pero los vecinos, quienes tienen un impacto directo, prefieren el silencio. Colombia avanza en su política de “semirreconocimiento”, como la han llamado algunos analistas en Caracas. No recibe a González y enviará al embajador Milton Rengifo a la toma de posesión el 10 de enero.
Gustavo Petro dijo el fin de semana que, al entrar Colombia al Consejo de Derechos Humanos, buscará “un acuerdo político en Venezuela para garantizar derechos y libertades de su ciudadanía”.
Bogotá ya ha intentado mediar en Caracas, pero ha fracasado en todas las oportunidades.
ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN – CORRESPONSAL EL TIEMPO – CARACAS