Sin embargo, plantea riesgos financieros y profesionales, según abogados laborales y grupos de vigilancia gubernamental que dialogaron con CBS.
La medida, diseñada por la actual administración Trump, se enmarca en su política de eliminar el teletrabajo en las agencias federales. La Casa Blanca busca convencer al 10 por ciento de la fuerza laboral civil federal de renunciar, lo que podría generar un ahorro anual de US$100.000’000.000.
Sin embargo, varios sindicatos de empleados federales han presentado una demanda para bloquear la oferta, argumentando que viola la Ley de Procedimiento Administrativo de 1946. “Es arbitraria, caprichosa y contraria a la ley”, afirman en la demanda.
Hasta el momento, alrededor de 40.000 empleados federales, aproximadamente el 2 por ciento de la fuerza laboral, han aceptado la oferta.
“Existe un riesgo para los empleados que toman esta decisión sin conocer qué sucederá en el futuro”, explicó Ryan Nerney, abogado especializado en empleo federal, quien remarcó que quienes acepten la oferta corren el riesgo de que luego se le deje de pagar debido a la falta de “claridad” al respecto.
Trump quiere reducir los gastos del Estado con un recorte en la cantidad de empleados federales. Foto:iStock / AFP
Otro aspecto crítico es el impacto de las renuncias masivas en la capacidad del gobierno para prestar servicios públicos. La demanda de los sindicatos compara la situación con Twitter (hoy X), que sufrió caídas en su calidad operativa tras la salida de gran parte de su personal. “El gobierno federal no es Twitter”, indicó Greenwald. “Depende de la aprobación del Congreso y está obligado a cumplir con las leyes establecidas”.
Por último, la rapidez del proceso también ha sido criticada. Mientras que programas de renuncia anteriores, como los impulsados durante la administración de Bill Clinton, otorgaban hasta un año para decidir, la OPM ha fijado un plazo de apenas nueve días, lo que los sindicatos consideran una estrategia para presionar a los empleados a aceptar la oferta.
El papel de Elon Musk en la reducción de millones de trabajadores de Estados Unidos
Curiosamente la oferta fue presentada a los empleados federales en un correo electrónico titulado “Una encrucijada”, una referencia a un mensaje similar enviado en 2022 por Elon Musk a los empleados de Twitter tras adquirir la empresa.
En esa ocasión, Musk les dio un día para decidir si aceptaban un estilo de trabajo “intensivo” o renunciaban con tres meses de indemnización, explicó CBS.
Actualmente, Musk lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), un grupo no gubernamental encargado por Trump para reducir costos federales.
Desde su red social, X, Musk promueve la renuncia diferida asegurando que los empleados podrán hacer “lo que quieran, incluso conseguir otro trabajo”, mientras siguen cobrando hasta septiembre. Sin embargo, la demanda de los sindicatos sostiene que la OPM podría no tener la autoridad financiera para hacer esta oferta, ya que la mayoría de los fondos federales expiran el 14 de marzo.