Según aclaró el portal especializado en salud Medical News Today, la Uña de Gato es una planta trepadora originaria de las selvas tropicales.
Su nombre, “uña de gato”, se debe a las espinas curvadas que se asemejan a las garras de un gato. Tradicionalmente, se utilizó en la medicina popular para tratar diversas dolencias, desde problemas digestivos hasta infecciones.
Sin embargo, su potencial para aliviar el dolor articular fue uno de los motivos más recientes por los que se le presentó atención científica.
Evidencia científica sobre la Uña de Gato y los dolores articulares
Los estudios más recientes reproducidos por el medio citado comenzaron a evaluar el impacto de esta planta en el dolor articular y la osteoartritis.
El dolor en las articulaciones suele causar molestias Foto:Getty Images
Un estudio realizado en 2020 concluyó que la suplementación con Uña de Gato, junto con otros suplementos, podría mejorar el dolor y la función articular en personas con osteoartritis de rodilla o cadera.
Se cree que sus efectos se deben a otros compuestos presentes en la planta, como los alcaloides, que podrían tener propiedades analgésicas y ayudar a mejorar la circulación.
Aunque los resultados preliminares fueron prometedores, los investigadores señalaron que se necesita más evidencia a partir de estudios futuros para confirmar estos beneficios.
Por otro lado, un estudio de 2019 sugirió que, aunque Uncaria tomentosa probablemente sea segura para la mayoría de las personas, no parece tener propiedades antiinflamatorias significativas.
Esto es importante tener en cuenta, ya que muchas personas recurren a tratamientos naturales con la esperanza de reducir la inflamación asociada al dolor articular.
Cabe destacar que la Uña de Gato parece ser segura cuando se consume en pequeñas cantidades, pero, como con cualquier suplemento, es fundamental usarlo con precaución.
El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH, por sus siglas en inglés) advierte que las personas embarazadas deben evitar su uso, debido a la falta de estudios suficientes sobre su seguridad en este contexto.
También es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente si usted está tomando otros medicamentos o sufre de condiciones preexistentes.
