El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, será recibido este viernes en Washington por su par estadounidense Donald Trump para sellar el acuerdo económico que Estados Unidos le exige a cambio de la ayuda que ha recibido desde que Rusia inició la guerra en el 2022. Además, Kiev busca asegurarse seguir contando con el respaldo militar norteamericano.
Esta cita se da en medio del acercamiento entre Washington y Moscú para normalizar sus relaciones bilaterales y también para preparar la instalación de una mesa de negociaciones donde se discuta la paz en Ucrania. En este punto, el régimen de Vladimir Putin se mantiene inflexible en sus demandas originales antes de abordar cualquier asunto que conduzca a un alto el fuego permanente.
Bandera de la República Separatista de Donetsk en Moscú. Foto:EFE/EPA/YURI KOCHETKOV
De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), los funcionarios rusos que están directamente involucrados en las negociaciones con Estados Unidos siguen insistiendo en que cualquier acuerdo de paz para resolver la guerra en Ucrania debe basarse en las demandas originales de Rusia.
En julio del 2021, Putin dijo en un largo ensayo que rusos y ucranianos eran “un solo pueblo”. También señaló que Occidente había corrompido a Ucrania y la había sacado de la órbita de Rusia mediante un “cambio de identidad forzado”.
Después, el 24 de febrero del 2022, cuando empezó la invasión de Ucrania, Putin dijo en un discurso televisado que con la “operación militar especial” buscaba la “desnazificación” y “desmilitarización” de Ucrania. Acusó al gobierno de Zelenski de ser un régimen “neonazi” y “genocida” contra la población de habla rusa en el Donbás.
También rechazó la posibilidad de que Ucrania se uniera a la Otán, pues consideró que representaba una amenaza para la seguridad de Rusia.
En setiembre del 2022, en plena guerra Rusia impuso cuestionados referendos con los que se anexionó cuatro regiones de Ucrania: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Kherson, pese a que entonces sus tropas no controlaban la totalidad de esos territorios.
Hoy Rusia tiene bajo su poder alrededor del 18 % de Ucrania, unos 108.000 kilómetros cuadrados. Eso incluye la península de Crimea, anexionada por los rusos en el 2014. Mientras que las tropas de Kiev tienen presencia en la región rusa de Kursk.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien encabezó la delegación rusa en las negociaciones con Estados Unidos en Arabia Saudita, afirmó el 26 de febrero que es imposible congelar la guerra en la actual situación en el frente porque la Constitución rusa estipula que las fronteras del país incluyen todas las provincias de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhia, territorios que sigue sin controlar por completo.
Rusia exige que Ucrania entregue varias ciudades importantes que sus fuerzas no ocupan actualmente y que no tienen perspectivas de apoderarse de ellas en el corto plazo, dijo el ISW, que aseguró que en esos territorios viven un millón de ucranianos.
un edificio de viviendas gravemente dañado pocos días antes tras un ataque ruso en el Zaporiyia. Foto:Genya SAVILOV / AFP
Las autoridades rusas probablemente emplearían contra los civiles ucranianos que viven en esas zonas las mismas tácticas de opresión, desplazamiento y asimilación forzosa que han empleado contra los millones de ucranianos que llevan más de tres años viviendo bajo la ocupación rusa
Instituto para el Estudio de la Guerra
En concreto, Rusia quiere la ciudad de Kherson, que tenía una población de 275.000 habitantes antes de la guerra; Kramatorsk, con 147.000 habitantes; y la ciudad de Zaporizhia, de 706.000 habitantes. Todas ellas están bajo control ucraniano.
“La ocupación rusa de centros de población tan grandes intensificaría significativamente la catástrofe humanitaria en Ucrania. Las autoridades rusas probablemente emplearían contra los civiles ucranianos que viven en esas zonas las mismas tácticas de opresión, desplazamiento y asimilación forzosa que han empleado contra los millones de ucranianos que llevan más de tres años viviendo bajo la ocupación rusa”, remarcó el ISW.
El ISW destacó que actualmente los avances rusos se han estancado en la línea del frente, y que las fuerzas de Putin enfrentan cada vez más pérdidas insostenibles de vehículos y personal, lo que indica que es probable que las tropas rusas no puedan ocupar la extensión total de estas provincias por medios militares en un corto período de tiempo.
Agregó que lo dicho por Lavrov es un intento de lograr conquistas territoriales a través de negociaciones porque su ejército no es capaz de hacerlo por la fuerza.
Lavrov también declaró que Rusia rechazará cualquier acuerdo de paz que implique el suministro continuo de armas occidentales a Ucrania.
Lo que podrían conseguir Rusia y Ucrania con la mediación de EE. UU.
Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de defensa e inteligencia, le dijo a El Comercio que estaría en ciernes un acuerdo de alto el fuego que implicaría la constitución de una frontera de facto, donde Rusia mantendría sus posiciones actuales, de acuerdo con lo que se desprende de la diplomacia ucraniana.
Collage de Vladimir Putin, Donald Trump y Volodimir Zelenski. Foto:Archivo El Tiempo/ Agencias
“Pero este acuerdo de alto el fuego estaría supeditado a lo que Ucrania ha expresado, tener garantías de seguridad por parte de Estados Unidos”, indicó Gómez de la Torre.
El analista dijo que hay dos vectores fundamentales en las negociaciones: “primero, la pretensión rusa de no ingreso de Ucrania en la Otán, que es fundamental para Moscú, es la opción maximalista que podría obtener con el beneplácito de Estados Unidos. Y el segundo, mantener las posiciones actuales en un hipotético cese el fuego. La presión norteamericana puede incidir en que no se le den a Rusia territorios que no ha ocupado durante la llamada operación militar especial”.
Agregó que luego se vería otra exigencia rusa, que es la desmilitarización total de Ucrania, que también podría derivar en ponerle topes a la potencia de fuego de las Fuerzas Armadas ucranianas.
“El punto crítico es la exigencia de Rusia a Ucrania para que le entregue varias ciudades importantes que sus fuerzas no ocupan actualmente. Yo creo que eso sí va a ser objeto de una presión norteamericana para que Moscú desista”, explicó Gómez de la Torre.
El analista hizo notar que Rusia también le ha propuesto a Trump que Estados Unidos podría tener acceso a las llamadas “tierras raras” que están en los territorios ucranianos que controla. “Entonces, en este punto también hay una contraparte negociadora rusa”.
Gómez de la Torre cree que inicialmente se vendría “un alto el fuego con una frontera de facto, para después empezar a negociar un acuerdo mucho más profundo con garantías, eventualmente con reconocimientos recíprocos de límites, y también la participación de los europeos en la zona de conflicto”.
¿Qué discutirán Trump y Zelensky?
Trump y Zelensky tratarán de cerrar el viernes un acuerdo sobre recursos minerales ucranianos, entre ellos las denominadas “tierras raras”, que daría a Estados Unidos acceso a las riquezas minerales sin explotar de Kiev. Ucrania ha dicho que el documento también debe contener garantías concretas de seguridad.
Ataques rusos en Járkiv. Foto:EFE
Según CNN, el borrador del acuerdo establece un “fondo de inversión para la reconstrucción” de Ucrania que sería gestionado conjuntamente por los gobiernos de Washington y Kiev.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo el miércoles que Kiev canalizaría la mitad de los ingresos de futuros proyectos de recursos naturales hacia el fondo, y que el dinero se reinvertiría en más desarrollos.
Imagen de referencia. Mina a cielo abierto de litio. Foto:Getty Images
Trump dijo que está “intentando recuperar el dinero” que Estados Unidos ha entregado a Ucrania en ayuda bajo la administración de Joe Biden.
Inicialmente, Estados Unidos exigió 500.000 millones de dólares a través de las “tierras raras” y otros minerales de Ucrania a cambio de la ayuda que ya ha proporcionado a Kiev. Pero Zelenski rechazó esa idea, diciendo que acceder a ella equivaldría a “vender” su país.
Posteriormente, medios de Estados Unidos señalaron que Washington abandonó la demanda inicial de los 500.000 millones de dólares, y que sigue sin comprometerse a las garantías de seguridad que pide Ucrania.
Ucrania posee algunos de los mayores yacimientos del mundo de grafito, litio, titanio, berilio y uranio, todos ellos clasificados por EE. UU. como minerales críticos.