Además, es una fuente rica en vitaminas como la A, B12, D y E, así como minerales como fósforo y selenio. Si tiene acceso a huevos enriquecidos con omega-3 o de gallinas criadas al pasto, el contenido nutricional es aún mayor, con cantidades más elevadas de vitamina A y ácidos grasos omega-3.
El huevo mejora los niveles de colesterol sin riesgos
Si bien los huevos son ricos en colesterol (186 mg por unidad), su consumo no suele afectar negativamente los niveles de colesterol en sangre para la mayoría de las personas. Por el contrario, pueden aumentar los niveles de HDL, conocido como el “colesterol bueno”, lo que se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, según el portal citado, contiene más de 100 mg colina, nutriente esencial que muchas personas no consumen en cantidades suficientes. Este compuesto es importante para la formación de membranas celulares y el funcionamiento del cerebro.
Por otro lado, los antioxidantes luteína y zeaxantina, presentes en las yemas, son fundamentales para prevenir enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular. Adicionalmente, es una fuente natural de vitamina A, cuya deficiencia es la principal causa de ceguera en el mundo.
El huevo se puede preparar de diversas maneras. Foto:iStock
Sumado a estas ventajas, y gracias a su alto contenido en proteínas, es altamente saciante. Estudios reproducidos por el medio mencionado sugieren que consumir huevos en el desayuno puede reducir la ingesta calórica durante el resto del día, lo que favorece la pérdida de peso y el control de la obesidad abdominal.
Por último, las proteínas del huevo contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Este perfil proteico contribuye a la formación de tejidos, mejora la salud ósea y favorece el mantenimiento de la masa muscular.