Colombia está entre los cinco países del mundo más importantes para la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), “por su dinamismo, su gran capacidad de innovación, su estabilidad política e institucional y la competencia de su gente”.
Así lo afirma Lamine Sow, director de la Agencia en el país, con quien conversó EL TIEMPO con motivo de la celebración de sus 15 años de labores en Colombia. A la charla se unió Marie-Pierre Bourzai, directora para América Latina de la AFD, quien pasó por Bogotá para este festejo.
Los dos resaltan la dinámica relación que tiene la agencia, a cargo del financiamiento del sector público y de las ONG dentro del Grupo AFD, del cual también hacen parte Propalco, enfocado en el financiamiento del sector privado, y Expertise France, a cargo de la cooperación técnica. “Estos 15 años han sido muy diversos y productivos, trabajando conjuntamente con entidades nacionales y locales en temas que van desde la movilidad urbana hasta el cuidado de la Amazonia; el apoyo al proceso de paz con la reforma rural integral, el desarrollo de proyectos Pdet y la inclusión social de las mujeres y la población migrante, entre otros”, agrega Sow.
En obras como la primera línea del tranvía de Ayacucho y dos líneas del metrocable de Medellín; las Manzanas del Cuidado en Bogotá, la recuperación de la ciénaga de Mallorquín en Barranquilla, la construcción de acueductos, infraestructura de salud, educación y alumbrado público en más de 20 ciudades colombianas, se refleja el trabajo de la AFD en el país.
¿Qué tiene Colombia para que la AFD lo considere como uno de los cinco países más importantes para la agencia?
Marie-Pierre Bourzai: Colombia es uno de los principales puntos de apoyo de la intervención de la agencia para temas de importancia mundial. Me explico, no podremos luchar contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad o lograr el progreso de los derechos sociales y de las mujeres sin contar con el compromiso de los países latinoamericanos, no porque su población sea numerosa sino porque son, en su mayoría, países democráticos.
Junto con la Unión Europea, tienen un tercio de los votos en Naciones Unidas. Por lo tanto, todo aquello que contribuya a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible debe poder contar con una alianza entre los países de la Unión Europea y de América Latina.
En cuanto a la preservación de la biodiversidad y la lucha contra las desigualdades, Colombia está a la vanguardia y es un país precursor en estos temas, en particular, en lo relacionado con la transición energética. Esta es la razón por la cual la AFD invierte mucho en Colombia, tenemos un gana y gana. Apoyamos a Colombia para que sea el modelo y ejemplo que jalone a otros países en el mundo.
Tranvía de Ayacucho. Foto:Metro de Medellín
Uno de los puntos destacados es el compromiso de la AFD con temas de inclusión social, como el apoyo a la población migrante y la equidad de género. ¿Qué resultados concretos han observado en estas áreas y cuáles son los principales desafíos para asegurar un impacto sostenible en estos temas?
Lamine Sow: el tema de las migraciones hace parte de la inclusión social, que es uno de los ejes principales de la estrategia de la AFD y de las actividades de la agencia en Colombia. Aquí hemos financiado proyectos con entidades de la sociedad civil para apoyar a poblaciones migrantes, en particular a las poblaciones venezolanas, pues es donde se presenta un problema muy grande y Colombia es un país acogedor de su vecino venezolano.
Hemos tenido dos proyectos: el primero, sobre inclusión financiera y económica, que benefició a más de 2.000 personas migrantes, en particular mujeres. Se les dio capacitación en gestión financiera y emprendimiento de negocios, por ejemplo. También unas 1.200 personas se beneficiaron con herramientas financieras con una fintech. Ese proyecto se trabajó con Humanity Inclusion y la Fundación Capital.
Después, hemos iniciado el proyecto en Cali “Mujeres echando raíces”, que también se hace en Quito (Ecuador), para mujeres migrantes y comunidades de acogida, en el que el gobierno francés pone a disposición de la AFD recursos para la creación de un fondo de garantías, de manera que puedan acceder a un arriendo y/o a renovación de vivienda, y otros componentes que son muy comunes en las necesidades de las mujeres migrantes, como el emprendimiento, el fortalecimiento de capacidades y la salud sexual y reproductiva.
La AFD menciona el apoyo al proceso de paz en Colombia, incluyendo proyectos en zonas Pdet. ¿Cuáles han sido los logros y los obstáculos más significativos en estos territorios y qué papel desempeña la AFD en la consolidación de la paz en estas áreas?
Lamine Sow: el tema de la paz forma parte integral de las prioridades de la cooperación francesa. Con Colombia se inició con el apoyo al Proceso de Paz del 2016, en el que la AFD entró con un crédito acompañado de cooperación técnica, particularmente en temas de catastro en territorios Pdet en el Catatumbo y en Montes de María. Esas cooperaciones las estamos reiniciando, ya que es una prioridad del gobierno francés y vamos a apoyar proyectos Pdet que están por identificar.
Ahora bien, en cuanto a los retos y las dificultades la principal es obvia, y es el tema de la inseguridad y la violencia; en muchos territorios es complicado para nosotros desplazarnos y también es complicado para las poblaciones poder implementar los proyectos cuando se trata de zonas de conflicto. Y el otro tema que es muy importante y para el cual estamos muy atentos y con el que trabajamos con el Gobierno y nuestros aliados es la estructuración y la ejecución de esos proyectos. Esto porque son municipios pequeños, que tienen menos recursos, menos competencias, etc. Los dos principales retos.
Ciénaga de Mallorquín Foto:Alcaldía de Barranquilla.
Uno de los focos actuales de la AFD en Colombia es el avance hacia una transición energética y ecológica justa. ¿Podría explicar cuáles son las principales estrategias y objetivos para lograr esta transición en un contexto de crecimiento económico y necesidades sociales en Colombia?
Lamine Sow: una de las fuerzas de la AFD es poder aportar y apoyar la cooperación y recursos en toda la cadena de diferentes temas. Con respecto a la transición energética, por ejemplo, apoyamos la política pública, los estudios macroeconómicos de los impactos de la transición, de las vulnerabilidades, etc.
También estamos apoyando los temas que son prioridad para el Gobierno. Estamos en conversación con el Ministerio de Energía para lo concerniente a las comunidades energéticas, y el Fondo para la Vida, en el cual podríamos participar junto con otros cooperantes.
Marie-Pierre Bourzai: después de haber trabajado mucho tiempo con el Ministerio de Hacienda y con el Estado sobre la política de transición energética, lo que queremos ahora es apoyar a otros actores principales en este tema como a Empresas Públicas de Medellín, con quien ya hemos trabajado, en sus objetivos operacionales de dejar las energías carbonadas e ir hacia la producción de energías renovables.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son las áreas de desarrollo en las que la AFD espera concentrarse en los próximos años en Colombia, y cómo cree que podrían evolucionar las prioridades de la agencia a medida que el país enfrenta nuevos desafíos ambientales y sociales?
Laminen Sow: un tema que no es nuevo es el apoyo al Acuerdo de Paz, con la reforma rural. Recientemente se reunieron en París los cancilleres colombiano y francés y acordaron que Francia es ahora un país acompañante del Capítulo I de los Acuerdos de paz. Esto marca la prioridad política de Francia para el apoyo y la cooperación en este asunto. El Grupo AFD dará prioridad a esto a través de nosotros, que somos el Banco de Desarrollo del Gobierno de Francia; de Proparco, para el sector privado, y de Expertise France, con apoyo técnico.
Otra prioridad que se mantiene es la transición ecológica y la transición energética, y en este sentido hemos visto con la COP16 que se llevó a cabo en Colombia que se están impulsando muchos temas alrededor de la preservación de la biodiversidad. Ya tenemos actividades en ese sentido, o sea, una transición no relacionada con los negocios alrededor de los hidrocarburos, y tenemos que buscar cómo compensar esto para que la economía siga adelante, así como las posibilidades de generar empleo en temas relacionados con la bioeconomía y la agroecología. Es el caso de la implementación del plan de agroecología del Valle del Cauca, que hemos firmado recientemente. También estamos iniciando una cooperación para los planes de agroecología de los departamentos de Nariño y Putumayo, dos regiones que han sido fuertemente impactadas por el conflicto.
Adicionalmente, tenemos proyectos de agricultura sostenible y de cadenas de valor sostenibles en el departamento de Sucre y vamos a seguir desarrollando nuestros instrumentos de cooperación como, por ejemplo, garantías para reducir el riesgo de los bancos que trabajen con pequeños productores.
Marie-Pierre Bourzai: voy a completar con un compromiso del presidente francés Emmanuel Macron, durante su primer desplazamiento a América Latina en marzo del 2024, en Brasil, donde lanzó junto al presidente Luiz Inácio Lula da Silva un importante programa de apoyo para la bioeconomía, cuyas primeras realizaciones se van a llevar a cabo en Brasil, pero que el gobierno de Francia quiso desde el comienzo que se amplíe al conjunto de países de la cuenca amazónica, empezando por Colombia.
De manera que en los próximos meses vamos a trabajar con diferentes actores que pueden liderar este proyecto de la bioeconomía, en particular los Bancos Públicos de Desarrollo, que pueden crear los productos financieros que permitan adelantar dichas actividades.
Metrocable en Medellín. Foto:Cortesía Metro de Medellín
O sea que hay para otros 15 años más en Colombia
Lamine Sow: yo diría que, felizmente, sí. Si la AFD está aquí, es porque nuestro apoyo es necesario.
Marie-Pierre Bourzai: como el Grupo AFD hace parte de las relaciones entre Francia y Colombia y esta relación no se va a terminar, aun cuando el país se desarrolle, nos vamos a quedar para siempre.